Friday, January 27, 2012

4DO.I,B 2012 (Pagola)

Marcos 1, 21-28
CURADOR
José Antonio Pagola

Según Marcos, la primera actuación pública de Jesús fue la curación de un hombre poseído por un espíritu maligno en la sinagoga de Cafarnaún. Es una escena sobrecogedora, narrada para que, desde el comienzo, los lectores descubran la fuerza curadora y liberadora de Jesús.

Es sábado y el pueblo se encuentra reunido en la sinagoga para escuchar el comentario de la Ley explicado por los escribas. Por primera vez Jesús va a proclamar la Buena Noticia de Dios precisamente en el lugar donde se enseña oficialmente al pueblo las tradiciones religiosas de Israel.

La gente queda sorprendida al escucharle. Tienen la impresión de que hasta ahora han estado escuchando noticias viejas, dichas sin autoridad. Jesús es diferente. No repite lo que ha oído a otros. Habla con autoridad. Anuncia con libertad y sin miedos a un Dios Bueno.

De pronto un hombre «se pone a gritar: ¿Has venido a acabar con nosotros?». Al escuchar el mensaje de Jesús, se ha sentido amenazado. Su mundo religioso se le derrumba. Se nos dice que está poseído por un «espíritu inmundo», hostil a Dios. ¿Qué fuerzas extrañas le impiden seguir escuchando a Jesús? ¿Qué experiencias dañosas y perversas le bloquean el camino hacia el Dios Bueno que él anuncia?

Jesús no se acobarda. Ve al pobre hombre oprimido por el mal, y grita: «Cállate y sal de él». Ordena que se callen esas voces malignas que no le dejan encontrarse con Dios ni consigo mismo. Que recupere el silencio que sana lo más profundo del ser humano.

El narrador describe la curación de manera dramática. En un último esfuerzo por destruirlo, el espíritu «lo retorció y, dando un grito muy fuerte, salió». Jesús ha logrado liberar al hombre de su violencia interior. Ha puesto fin a las tinieblas y al miedo a Dios. En adelante podrá escuchar la Buena Noticia de Jesús.

No pocas personas viven en su interior de imágenes falsas de Dios que les hacen vivir sin dignidad y sin verdad. Lo sienten, no como una presencia amistosa que invita a vivir de manera creativa, sino como una sombra amenazadora que controla su existencia. Jesús siempre empieza a curar liberando de un Dios opresor.

Sus palabras despiertan la confianza y hacen desaparecer los miedos. Sus parábolas atraen hacia el amor a Dios, no hacia el sometimiento ciego a la ley. Su presencia hace crecer la libertad, no las servidumbres; suscita el amor a la vida, no el resentimiento. Jesús cura porque enseña a vivir sólo de la bondad, el perdón y el amor que no excluye a nadie. Sana porque libera del poder de las cosas, del autoengaño y de la egolatría.

Labels: , , , ,

4DO.I,B 2012 (Mulet)

Francesc Mulet, escolapio

Si al llegar la plenitud de los tiempos Dios no habló ya por intermediarios, sino por su propio Hijo, eso tenía que notarse en la palabra de Jesús. Él no habla con autoridad vicaria, sino propia. Los profetas comenzaban siempre así: "Esto dice el Señor". En cambio, Jesús afirma:"Habéis oído que se dijo a los antiguos..., pero yo os digo".

Cristo tampoco hablaba como los rabinos, que comentaban la Escritura a base de citar autoridades y de casuística atomizada, cargando fardos pesados sobre los oyentes. No; el estilo de enseñar de Jesús era más bien liberador; era el anuncio de una buena noticia para los sencillos. Naturalmente, la gente captó la diferencia; por eso le entusiasmaba, "porque no enseñaba como los letrados, sino con autoridad".

Es la autoridad que viene del carisma y no del poder; por esa autoridad optó Jesús. El poder se da y se quita a dedo o por los votos, pero la autoridad se gana a pulso, se merece y se goza. Tener autoridad supone tener carisma. Éste era el punto fuerte de Jesús, quien, por otra parte, había renunciado a todo poder para sí y los suyos: "El que quiera ser el primero entre vosotros que se haga el último y el servidor de todos. Igual que el Hijo del hombre que no ha venido para que le sirvan, sino para servir y dar su vida en rescate por todos" (Mc 10,44s).

El poder abre muchas puertas, llena muchos bolsillos, obliga, impone silencio, se atribuye carismas e incluso suplanta al Espíritu; pero no sirve para hacer mejores y más libres a las personas. En cambio, el carisma no se atribuye poderes, habla hasta con el silencio, libera al hombre y transparenta el Espíritu. Éste segundo fue el estilo de Jesús y debe ser el del cristiano y la Iglesia.

El evangelista San Marcos relaciona más estrechamente que los otros dos la actividad docente del Señor con su revelación como Mesías e Hijo de Dios. ¿Cómo? A base de conectar la enseñanza de Jesús con sus milagros, cuya abundante narración viene a apoyar la palabra del maestro. Ambos aspectos, mensaje y obras, ponen de manifiesto la autoridad superior y el poder mesiánico de Jesús, revelando su persona divina.

Una autoridad personal y diferente es lo que demuestra Jesús en su enseñanza y sus obras, porque no se basa en la fuerza, sino en el carisma. Cuando en más de una ocasión sus enemigos lo increpan: ¿Con qué autoridad haces esto?, Cristo se remite precisamente al testimonio de sus obras. Ellas probaban sobradamente su identidad mesiánica, que sus adversarios no querían reconocer, cegados por la idea de un mesías poderoso.

Pero estas obras a las que Cristo se remite no son actos de fuerza avasalladora, sino servicio humilde a la liberación de los pobres, los enfermos y los esclavos del pecado. Por eso, el significado más profundo de las curaciones que Jesús realiza, por ejemplo, de "endemoniados"como el de hoy, es, sin duda, su dimensión liberadora de la persona. Aquí radica la grandeza de quien vino a servir y a salvar lo perdido.

Te pido que tengas ánimo y sigas animado en el camino de Jesús.

Reza por los escolapios. Un fuerte abrazo,

Francesc Mulet i Ruís

Labels: , , , ,

3DO.I,B 2012 (Pagola)

Marcos 1, 14-20
OTRO MUNDO ES POSIBLE
José Antonio Pagola

No sabemos con certeza cómo reaccionaron los discípulos del Bautista cuando Herodes Antipas lo encarceló en la fortaleza de Maqueronte. Conocemos la reacción de Jesús. No se ocultó en el desierto. Tampoco se refugió entre sus familiares de Nazaret. Comenzó a recorrer las aldeas de Galilea predicando un mensaje original y sorprendente.

El evangelista Marcos lo resume diciendo que «marchó a Galilea proclamando la Buena Noticia de Dios». Jesús no repite la predicación del Bautista, ni habla de su bautismo en el Jordán. Anuncia a Dios como algo nuevo y bueno. Este es su mensaje.

«Se ha cumplido el plazo». El tiempo de espera que se vive en Israel ha acabado. Ha terminado también el tiempo del Bautista. Con Jesús comienza una era nueva. Dios no quiere dejarnos solos ante nuestros problemas, sufrimientos y desafíos. Quiere construir junto con nosotros un mundo más humano.

«Está cerca el reino de Dios». Con una audacia desconocida, Jesús sorprende a todos anunciando algo que ningún profeta se había atrevido a declarar: "Ya está aquí Dios, con su fuerza creadora de justicia, tratando de reinar entre nosotros". Jesús experimenta a Dios como una Presencia buena y amistosa que está buscando abrirse camino entre nosotros para humanizar nuestra vida.

Por eso, toda la vida de Jesús es una llamada a la esperanza. Hay alternativa. No es verdad que la historia tenga que discurrir por los caminos de injusticia que le trazan los poderosos de la tierra. Es posible un mundo más justo y fraterno. Podemos modificar la trayectoria de la historia.

«Convertíos». Ya no es posible vivir como si nada estuviera sucediendo. Dios pide a sus hijos e hijas colaboración. Por eso grita Jesús: "Cambiad de manera de pensar y de actuar". Somos las personas las que primero hemos de cambiar. Dios no impone nada por la fuerza, pero está siempre atrayendo nuestras conciencias hacia una vida más humana.

Creed en esta Buena Noticia». Tomadla en serio. Despertad de la indiferencia. Movilizad vuestras energías. Creed que es posible humanizar el mundo. Creed en la fuerza liberadora del Evangelio. Creed que es posible la transformación. Introducid en el mundo la confianza.

¿Qué hemos hecho de este mensaje apasionante Jesús? ¿Cómo lo hemos podido olvidar? ¿Con qué lo hemos sustituido? ¿En qué nos estamos entreteniendo si lo primero es "buscar el reino de Dios y su justicia"? ¿Cómo podemos vivir tranquilos observando que el proyecto creador de Dios de una tierra llena de paz y de justicia está siendo aniquilado por los hombres?

Labels: , , , ,

3DO.I,A 2012 (Mulet)

Francesc Mulet, escolapio

Convertirse al reino de Dios supone optar por las cualidades constitutivas del mismo, que son los valores personales del ser: verdad y vida, santidad y gracia, justicia, amor y paz, frente a los del tener: dinero, poder, influencia, explotación y dominio. En el interior del hombre, en su corazón, es donde ha de germinar la minúscula semilla del reino; porque es del corazón de las personas de donde brota todo lo bueno y lo malo que vemos en el mundo, como avisó Jesús.

Solamente si nos convertimos a los valores del reino de Dios abandonaremos los criterios del mundo y del hombre terreno, asimilando las actitudes básicas de las bienaventuranzas: pobreza, hambre y sed de justicia, fraternidad, solidaridad, no violencia, reconciliación, perdón y amor al hermano, incluso al enemigo.

El cambio de estructuras en la familia y en la sociedad, en la política y en la economía, es un engaño y una utopía imposible sin esta conversión interior. Pues la trampa y el egoísmo antiguos se agazaparán en la ley y situación nuevas, perpetuándose así el desamor, la explotación del otro y la opresión del más débil. Únicamente la levadura que actúa desde dentro, es decir, la opción evangélica, puede transformar la masa entera y hacer efectivo el proyecto del reino en nuestra vida y nuestro mundo.

Los dones que recibimos de Dios tienen una finalidad sublime: colaborar con él en su reino, es decir, en la obra creadora del bien y del amor, aportando cada uno su granito de arena.

El mundo y la historia, la vida y la ciencia, el amor y la justicia, la sociedad y la familia, todo eso es responsabilidad humana, porque Dios lo dejó en manos del hombre. Son los talentos que él le confió para que los ponga al servicio del bien común, multiplicándolos y haciéndolos asequibles a todos. Esa legítima secularidad, con Dios en la raya del horizonte, es un presupuesto para la auténtica mayoría de edad del cristiano.

Creer es comprometerse y asumir conscientemente la propia responsabilidad y el proyecto cristiano personal y comunitario en progresión ascendente y sin fijaciones infantiles.

Por eso, motivémonos para crecer como personas y como cristianos en profundidad personal y en relación comunitaria; porque ésa es la regla evangélica del juego y la ley del reinado de Dios, ley de crecimiento a todos los niveles. Que él nos conceda el espíritu joven del evangelio para amar cada día más, para empezar la vida cada mañana a los treinta, cuarenta o sesenta años.

Para eso, necesitamos vivir en un perenne estado de conversión, porque el momento que vivimos es apremiante.

Ánimo y a continuar en la tarea del Reino que se nos ha encomendado.
Un abrazo cordial,

Francesc Mulet i Ruís

Labels: , , , ,

2DO.I,B Homilía 2012 (Ángel)

Domingo II del T.O. (ciclo B )
Ángel Martínez, escolapio

Creo que la primera lectura marca una de las síntesis a que suelen prestarse las lecturas de cada domingo; dicha síntesis, en este caso, estaría acorde con el misterio navideño del que acabamos de salir, y sobre el que San Juan, que insiste tantas veces en sus escritos: el Verbo, la ‘Palabra’, apareció en carne, hombre como nosotros; lo cual quiere decir, que su presencia entre nosotros, lo invadió, al menos modélicamente, todo, y por todo entendemos todas las estructuras del ser humano, no sólo las intelectivas sobre las que recae la doctrina, sino también las sensibles, que son la base de todas las relaciones humanas, es decir, de la Vida. Porque precisamente la primera lectura de este domingo, II del T. O., nos habla también de la Palabra del Señor que Samuel aún no conocía, pues todavía no se le había revelado el Señor a través de ella. La lectura nos puede recordar la lectio divina que tuvimos el pasado lunes sobre el inicio del evangelio de Juan: ‘En el principio era la Palabra’.

Pasando por alto las hipótesis de los biblistas, de si San Juan al encabezar su evangelio identificando a Dios con la Palabra, de entrada, y con su Hijo en la plenitud de los tiempos después, quiso con ello dar una contrarréplica al ‘logos’ griego de la cultura helénica en la que él forzosamente estuvo inmerso, y si con esa respuesta, quiso cortar también de cuajo toda aplicación al Jesús ya no conocido por sus contemporáneos –recordemos que Juan alcanzó la segunda y aun la tercera generación de cristianos tras la desaparición de los que habían conocido al Señor-, de elucubraciones filosóficas, que podían situar y elevar a Jesús, en el contagioso mundo de los mitos de todo el pensamiento griego... desgajándolo del mundo de los vivos, en el Olimpo de los dioses, con la buena supuesta intención de dotar al Señor de una autoridad, de la que les parecía carecer suficientemente el simple Jesús de los evangelios, sin advertir que la fuerza social de Jesús, su pedigrí, diríamos hoy, estaba precisamente en su condición absolutamente encarnada, humana, probado, experimentado en todo menos en el pecado-...

De hecho las terminantes afirmaciones con que el evangelista Juan comienza su evangelio, tan ajenas al modus completamente hebreo de los sinópticos, no están muy alejadas de tales interpretaciones o sospechas, pues lo que sí es totalmente verídico es que Juan quiere terminar con las pretensiones de moda de los ‘últimos tiempos’, dice él, –expresión también tajante de Juan, esa de ‘los últimos tiempos’- a todas las especies de gnosticismo que proliferaban en esos ‘últimos tiempos’.

Pero es que además la Palabra de la revelación y de la Encarnación nada tienen que ver con el logos griego, que es idea, razón, simple pensamiento, producto de sí mismo, que a lo más que puede llevar al hombre, cuando se convierte en técnica, es a un mejoramiento notable de su vida sobre la inhóspita tierra, que no es poco ciertamente, pero nunca a la conversión de tipo evangélico, puerta sine qua non para llegar a salvación eterna.

Mientras que al identificar a Dios con la Palabra, está el evangelista recalcando aquel aspecto a través del cual Dios puede comunicarse, hacerse entender de su creatura:, la Palabra, primero a través de la revelación veterotestamentaria –el ‘oráculo del Señor’ de tantas páginas de la Biblia y luego hecha carne modélica pero cálida para el hombreen la persona de Jesús. Porque ciertamente esa Palabra es algo que le llega al hombre ‘desde fuera’ a través de una de las sensibilidades más íntimas del mismo: la del oído, más incluso que la de la vista, expuesta a tanta atracción de los engañosos colores del exterior que con frecuencia nos hacen olvidar a los hombres que la sede de su vida auténtica está en la respuesta ‘personalizada’ de su interior a la voz, a la Palabra que suena ‘gratuitamente’, pero dentro de su condición real. Mientras que el oído despojado de todo revestimiento colorista le obliga al hombre a la indagación del origen de la Palabra, le sume en un silencio oscuro, silencioso de la búsqueda personal de su significado para él, de su contenido. Por eso califica la misma Biblia la eficacia de esa misma Palabra cuando de ella dice ‘que no volverá a mí vacía, pues es más eficaz que cuchillo de doble filo. Por eso Juan nos habló de Palabra, sonido sonoro, valga el pleonasmo, cargado no sólo de contenido sino de fuerza, de empuje vigoroso por sí misma hasta producir vida.

Y eso es lo que le ocurrió a Samuel adoctrinado por el Sacerdote de turno: presta oído a la palabra de Dios, hijo, le dijo Helí. Y la Palabra hecha carne, cuando quiso revelarnos sus orígenes se entregó a la ‘predicación oral’ de la palabra, valga una vez más el pleonasmo; y el mismo Jesús predicador antes de dejarnos ‘en este valle hondo oscuro, en soledad y llanto’ mandó a los suyos euntes in mundum universum praedicate evangelium omni creaturae. Misión que la Iglesia no ha dejado de cumplir a través de los tiempos y que es la primera arma de su pacífica pero eficacísima batalla de conquista.

Pues eso: la palabra es un elemento sensible, capaz de transformar los hábitos también sensibles de todo nuestro cuerpo, que, tras escuchar la Palabra no puede ya vivir de y para su sola sensibilidad, como nos lo advierte Pablo en la segunda lectura de hoy: el cuerpo es para Dios y Dios para el cuerpo, que está llamado a ser llevado a una vida superior en la resurrección del Hijo, de cuyo cuerpo somos ya miembros; de modo que el cuerpo, sede de todas las sensibilidades del hombre debe ser respetado y mimado con atención y cuidado para que no se nos estropee, pues cuerpo empecatado lo primero que pierde son las virtudes más propias del cristiano, la fe, la esperanza y la caridad y se hace habitáculo inepto para toda percepción del espíritu a través de la Palabra y para cualquier realización altruista. Los terrenos donde el vicio asienta su indiferencia moral -fomentada infernalmente, hay que decirlo, tantas veces desde arriba- se convierten en tierra valdía donde la planta del cristianismo muere. Hay que vigilar y enseñar al cuerpo el dominio de sí, mateniéndolo en vigor, y enseñándole- a orar, pues como dice el poeta ‘cuerpo ayuno y desvelado, fácilmente se empereza y más que reza bosteza indevoto y desmayado’. Tenemos los cristianos tantos argumentos para oponernos a la propaganda verdaderamente diabólica del enemigo infernal, y el más vigoroso es el de nuestra salud espiritual y el de nuestra alegría...

Pues eso, que asomándonos finalmente al evangelio de hoy, también en él se nos muestra el valor de lo sensible, en este caso de la amistad con Jesús de sus primeros seguidores: ‘Dónde habitas, maestro? Venid y lo veréis. Fueron y lo vieron y se quedaron con él hasta las tantas de la noche’. No han comenzado así, en la historia tantos movimientos de carácter político y social? Pues también el religioso debe vaciarse a fondo y con acierto en todos los medios que al hombre le ofrece su condición de sensible, porque, además, estos movimientos mueven al hombre a la misión, como en el caso de Andrés que tras los primeros contactos con el Señor convenció a su hermano Pedro a que fuera con él a conocerlo. Y de ahí salió el Pedro-piedra, el cefas-cabeza primera de la Iglesia peregrina.

Concluyendo: Todo en la historia de la revelación se reduce a Palabra, Palabra hablada y escuchada, el ‘oráculo del Señor’ de tantas páginas de la Biblia: Multifarie multisque modis Deus loquens olim patribus in prophetis, novissimis diebus istis locutus est nobis in Filio: Dios, hablando –loquens-, Dios ha hablado –locutus est-: Dios no tiene más que una Palabra, la que nos ha dado en su Hijo y no tiene otra, que dice nuestro San Juan de la Cruz.

Que el Señor nos lo recuerde una y mil veces en su misericordia y aun pidámosle que lo haga con insistencia en nuestra oración personal repitiendo con el niño Samuel: habla, Señor, pero haz que te escuche. Y recordemos al caso la sabia advertencia que nos hacía N.S.P.: La Palabra del Espíritu es, según nos dijo el Señor, como el aire que sopla pero no sabes de dónde viene y, de entrada, a dónde va o qué es lo que quiere; nos conviene estar alerta para que no pase de largo por nuestras vidas. Que así sea.

Labels: , , , ,

4DN,B Epifanía 2012 (Mulet)

Francesc Mulet

La Estrella que guió a los Magos, es hoy para nosotros el signo que Dios en Cristo viene a iluminar nuestra noche, viene a iluminar a todos los pueblos, a todos los hombres. Dios viene, en Cristo, a iluminar nuestra vida.

Señor Jesús, que has venido como Luz para todos los pueblos, ilumina nuestra noche y danos la fuerza para levantarnos y abrir nuestros ojos a tu Presencia. Que nos dejemos guiar por tu Estrella, por esa Luz interior que nos indica cuál es el camino que nos conduce hacia Ti, el camino hacia una verdadera transformación y el camino para hacer la tierra más habitable para todos.

Tú eres nuestra Estrella. Tú eres la Estrella para los pobres, para los que sufren, para los que sirven, para los que buscan, para todo el que ama de verdad. Tú, Cristo, eres nuestra Luz. Vence las tinieblas de nuestro corazón. Ilumina la noche de nuestro mundo.

Francesc Mulet i Ruís

Labels: , , , ,

2DO,B.I 2012 (Pagola)

Juan 1, 35-42
APRENDER A VIVIR
José Antonio Pagola

El/ evangelista Juan narra los humildes comienzos del pequeño grupo de seguidores de Jesús. Su relato comienza de manera misteriosa. Se nos dice que Jesús «pasaba». No sabemos de dónde viene ni adónde se dirige. No se detiene junto al Bautista. Va más lejos que su mundo religioso del desierto. Por eso, indica a sus discípulos que se fijen en él: «Éste es el Cordero de Dios».

Jesús viene de Dios, no con poder y gloria, sino como un cordero indefenso e inerme. Nunca se impondrá por la fuerza, a nadie forzará a creer en él. Un día será sacrificado en una cruz. Los que quieran seguirle lo habrán de acoger libremente.

Los dos discípulos que han escuchado al Bautista comienzan a seguir a Jesús sin decir palabra. Hay algo en él que los atrae aunque todavía no saben quién es ni hacia dónde los lleva. Sin embargo, para seguir a Jesús no basta escuchar lo que otros dicen de él. Es necesaria una experiencia personal.

Por eso, Jesús se vuelve y les hace una pregunta muy importante: «¿Qué buscáis?». Estas son las primeras palabras de Jesús a quienes lo siguen. No se puede caminar tras sus pasos de cualquier manera. ¿Qué esperamos de él? ¿Por qué le seguimos? ¿Qué buscamos?

Aquellos hombres no saben adónde los puede llevar la aventura de seguir a Jesús, pero intuyen que puede enseñarles algo que aún no conocen: «Maestro, dónde vives?». No buscan en él grandes doctrinas. Quieren que les enseñe dónde vive, cómo vive, y para qué. Desean que les enseñe a vivir. Jesús les dice: «Venid y lo veréis».

En la Iglesia y fuera de ella, son bastantes los que viven hoy perdidos en el laberinto de la vida, sin caminos y sin orientación. Algunos comienzan a sentir con fuerza la necesidad de aprender a vivir de manera diferente, más humana, más sana y más digna. Encontrarse con Jesús puede ser para ellos la gran noticia.

Es difícil acercarse a ese Jesús narrado por los evangelistas sin sentirnos atraídos por su persona. Jesús abre un horizonte nuevo a nuestra vida. Enseña a vivir desde un Dios que quiere para nosotros lo mejor. Poco a poco nos va liberando de engaños, miedos y egoísmos que nos están bloqueando.

Quien se pone en camino tras él comienza a recuperar la alegría y la sensibilidad hacia los que sufren. Empieza a vivir con más verdad y generosidad, con más sentido y esperanza. Cuando uno se encuentra con Jesús tiene la sensación de que empieza por fin a vivir la vida desde su raíz, pues comienza a vivir desde un Dios Bueno, más humano, más amigo y salvador que todas nuestras teorías. Todo empieza a ser diferente./

Labels: , , , ,

2DO,B.I 2012 (Mulet)

Francesc Mulet, escolapio

La primera lectura y el evangelio de este domingo inciden en el tema vocacional: llamada del profeta Samuel y de los primeros discípulos de Jesús.

Asimismo la segunda lectura resalta el compromiso totalizante que para la persona entera, cuerpo y espíritu, supone la vocación cristiana a la fe y al seguimiento de Cristo.

"Seguir" significa caminar junto a otro que señala el camino, significa el deseo de vivir con Él y como Él. Poniendo un poco de imaginación podemos contemplar a estos dos discípulos siguiendo a Jesús en silencio. Jesús se da cuenta de que le siguen. Es un momento muy importante porque hasta ahora nadie había seguido a Jesús. Durante 30 años nadie le había seguido y ahora Jesús es ya un adulto y tiene fuerza para arrastrar a otros, para despertar a otros, incluso para fascinar a algunos.

Y Jesús, consciente de que lo siguen, se vuelve y les pregunta: “¿Qué buscáis?”. Esta pregunta es fundamental, es válida para los hombres de toda época. Jesús quiere saber el objetivo que persiguen. Es una pregunta válida para el cristiano y para el hombre de hoy, envuelto en un marasmo de ofertas disgregadoras y fragmentadas. Es una pregunta que invita a clarificarse sobre lo verdaderamente importante en la vida: ¿qué buscáis? ¿Qué esperáis de mí? ¿Qué creéis que puedo ofreceros? ¿Cuál es el objetivo de vuestra búsqueda? ¿Qué os ha seducido para dejar a vuestro primer maestro? ¿Qué valores habéis visto en mí? ¿Cuáles son vuestras últimas motivaciones?

También nosotros podemos preguntarnos ¿Qué busco? ¿Qué mueve mi vida? Vale la pena que hoy nosotros nos detengamos en esta pregunta. ¿Qué sustenta mi vida?

Dios construye también con nuestra fragilidad, la fragilidad nos puede hacer más misericordiosos, más comprensivos, más llenos de comprensión para con los demás… Jesús cuenta con nosotros que somos frágiles para construir algo sólido.

Ánimo en este seguimiento del Señor, sigamos orando unos por otros.
Un abrazo,
Francesc Mulet

Labels: , , , , ,

2DO,B Exégesis 2012 (Espejo)

EXÉGESIS DEL EVANGELIO: Jn 1,35-42

1. Aclaraciones al texto

V.36 Fijándose. V.42 Se quedó mirando. Fijarse; quedarse mirando: dos sinónimos para un mismo verbo griego, que en todo el cuarto evangelio sólo aparece en estos dos versículos. Mirada honda, que se adentra y discierne.

V.36 Éste. Señala e invita. El Cordero de Dios. Expresión figurada: cordero pascual proporcionado por Dios. Los corderos de Pascua se sacrificaban en Jerusalén, en el Templo, entre doce y tres de la tarde.

V.39 Serían las cuatro de la tarde. Cuando el día va a finalizar; a las seis de la tarde comenzaba un nuevo día. Las indicaciones de tiempo del cuarto evangelio señalan hacia el acontecimiento pascual de la cruz. Las cuatro de la tarde remite a la franja de tiempo que sigue al sacrificio del cordero o, lo que es lo mismo, a la muerte de Jesús en la cruz.


2. Texto

Se abre con la mirada de Juan a Jesús; se cierra con la mirada de Jesús a Simón: miradas hondas, al interior reservado e invisible de la persona. Ambas se hacen después palabra anticipadora, majestuosa, sorprendente, misteriosa: Este es el Cordero de Dios (v.36); te llamarás Cefas (v.42).

Las palabras de Juan actúan de acicate en dos discípulos suyos, que deciden seguir a Jesús. La continuación es parca en palabras y profusa en silencios: los dos discípulos de Juan siguen a Jesús, ven y encuentran. Lo que encuentran lo formula Andrés en el v.41: ¡Hemos encontrado al Mesías! Habían seguido a un hombre y se encontraron con el Mesías, hombre especial y único.

El lugar del encuentro se diluye en beneficio de un dato temporal inesperado y sorprendente: Serían las cuatro de la tarde (v.39). Como lectores esperábamos ser informados sobre un lugar y, en cambio, se nos informa de una hora. El alcance de esta hora sólo lo descubrirá el lector del cuarto evangelio más adelante. Las cuatro de la tarde apuntan hacia el cordero sacrificado, hacia el tiempo y la casa del Padre.

Las palabras de Andrés actúan de acicate en su hermano Simón, que también experimenta la insospechada presencia y grandeza del Mesías.


3. Comprensión actualizante

Juan Bautista y Andrés hablan desde el impacto que supuso para ellos descubrir la personalidad íntima de Jesús, una persona con imán, capaz de fascinar, de transformar, de arrastrar.

Andrés descubrió a Jesús, impulsado por el testimonio de su maestro Juan Bautista; Pedro descubrió a Jesús, impulsado por el testimonio de su hermano Andrés.

Juan Bautista pudo testimoniar porque antes había descubierto la personalidad íntima de Jesús; Andrés pudo testimoniar porque antes había descubierto la personalidad íntima de Jesús. A la base del testimonio debe haber siempre un descubrimiento personal de Jesús.

Es así como seguir a Jesús se convierte para quien lo hace en una fantasía que disipa las dificultades del camino, incluida la muerte, y que culmina en el abrazo con el Padre.

Dejémonos fascinar por el texto de hoy, escuchando sus pocas palabras habladas y sus profusos silencios.

Labels: , , , , ,

N,B Bautismo del Señor - 2012 (Pagola)

Marcos 1, 7-11
EL ESPÍRITU DE JESÚS
José Antonio Pagola

Jesús apareció en Galilea cuando el pueblo judío vivía una profunda crisis religiosa. Llevaban mucho tiempo sintiendo la lejanía de Dios. Los cielos estaban "cerrados". Una especie de muro invisible parecía impedir la comunicación de Dios con su pueblo. Nadie era capaz de escuchar su voz. Ya no había profetas. Nadie hablaba impulsado por su Espíritu.

Lo más duro era esa sensación de que Dios los había olvidado. Ya no le preocupaban los problemas de Israel. ¿Por qué permanecía oculto? ¿Por qué estaba tan lejos? Seguramente muchos recordaban la ardiente oración de un antiguo profeta que rezaba así a Dios: "Ojalá rasgaras el cielo y bajases".

Los primeros que escucharn el evangelio de Marcos tuvieron que quedar sorprendidos. Según su relato, al salir de las aguas del Jordán, después de ser bautizado, Jesús «vio rasgarse el cielo» y experimentó que «el Espíritu de Dios bajaba sobre él». Por fin era posible el encuentro con Dios. Sobre la tierra caminaba un hombre lleno del Espíritu de Dios. Se llamaba Jesús y venía de Nazaret.

Ese Espíritu que desciende sobre él es el aliento de Dios que crea la vida, la fuerza que renueva y cura a los vivientes, el amor que lo transforma todo. Por eso Jesús se dedica a liberar la vida, a curarla y hacerla más humana. Los primeros cristianos no quisieron ser confundidos con los discípulos del Bautista. Ellos se sentían bautizados por Jesús con su Espíritu.

Sin ese Espíritu todo se apaga en el cristianismo. La confianza en Dios desaparece. La fe se debilita. Jesús queda reducido a un personaje del pasado, el Evangelio se convierte en letra muerta. El amor se enfría y la Iglesia no pasa de ser una institución religiosa más.-

Sin el Espíritu de Jesús, la libertad se ahoga, la alegría se apaga, la celebración se convierte en costumbre, la comunión se resquebraja. Sin el Espíritu la misión se olvida, la esperanza muere, los miedos crecen, el seguimiento a Jesús termina en mediocridad religiosa.

Nuestro mayor problema es el olvido de Jesús y el descuido de su Espíritu. Es un error pretender lograr con organización, trabajo, devociones o estrategias diversas lo que solo puede nacer del Espíritu. Hemos de volver a la raíz, recuperar el Evangelio en toda su frescura y verdad, bautizarnos con el Espíritu de Jesús:

No nos hemos de engañar. Si no nos dejamos reavivar y recrear por ese Espíritu, los cristianos no tenemos nada importante que aportar a la sociedad actual tan vacía de interioridad, tan incapacitada para el amor solidario y tan necesitada de esperanza.

Labels: , , , ,