Saturday, April 28, 2012

2DP,B 2012 (Mulet)


Francesc Mulet, escolapio

En la primera parte del evangelio que hemos escuchado descubrimos los "verdaderos y santísimos efectos" de la Resurrección, que diría san Ignacio de Loyola, y el Señor Resucitado continúa vivificando nuestras vidas. ¿Cuáles son estos efectos?

El primero es abrir "las puertas cerradas por miedo a los judíos". Cambiar el miedo por la fe. Siempre que en el Antiguo o en el Nuevo Testamento se aparece a una persona el misterio de Dios o un ángel, las primeras palabras son "no tengas miedo". El Señor quita los miedos, el Señor es creador de confianza.

Después, Juan dice que "Jesús entró y se puso en medio". Desde el comienzo de este pasaje evangélico la iniciativa es de Él, es el Resucitado quién viene a nosotros. El Señor es el centro de la comunidad.

Como tercer efecto, las primeras palabras del Señor Resucitado a la comunidad, la Paz. En el texto de hoy tres veces lo escucharemos decir: "Paz a vosotros". La paz es otro efecto de la nueva vida de Cristo. La paz del Cristo Resucitado, la que tiene ahora junto al Padre.

Como no quiere que olvidemos que el Resucitado es el Crucificado, se nos dice que "después les enseñó las manos y el costado". Enseña su dolor como dolor del mundo, y nos dice que tenemos que acompañar este dolor de los hombres y mujeres de nuestro tiempo.

El quinto efecto es la primera respuesta de la comunidad a todo el que está viviendo. Hasta ahora el evangelista sólo se ha fijado en el Señor. Ahora expresa los primeros efectos desde los discípulos. Nos dice que "Los discípulos se alegraron al ver al Señor". La alegría es otro efecto de la Resurrección.

Y todavía queda un último efecto de la Resurrección: el perdón, "A quienes perdonaréis los pecados, les quedarán perdonados". Les recuerda que su vida ha sido desvelar la misericordia de Dios Padre, y que Él siempre se adelanta a conceder el perdón.

El Señor Resucitado vuelve a abrir las puertas, a ponerse en medio de la comunidad, a dar la paz, a enseñar las manos, a hacerse tocar las heridas de la pasión. Entonces aparece la fe como una nueva manera de acercarse al Señor, de escuchar a la comunidad, de creer a través de la fe de los otros.

Te pido tu oración por nuestro hermano el padre José Paricio que está en el hospital con un problema cardíaco, ésta es nuestra Pascua. El Señor pasa y nos da ánimo en nuestro caminar.


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