Friday, December 29, 2006

CC - N, 31 de diciembre de 2006 (Pagola)

Lucas 2, 8 – 12
EL CORAZÓN DE LA NAVIDAD

José Antonio Pagola


Poco a poco lo vamos consiguiendo. Ya hemos logrado celebrar unas fiestas entrañables, sin conocer exactamente su razón de ser. Nos felicitamos unos a otros y no sabemos por qué. Se anuncia la Navidad y se oculta su motivo. Muchos no recuerdan ya dónde está el corazón de estas fiestas. ¿Por qué no escuchar el «primer pregón» de Navidad? Lo compuso el evangelista Lucas hacia el año ochenta.

Según el relato, es noche cerrada. De pronto, una «claridad» envuelve con su resplandor a unos pastores. El evangelista dice que es la «gloria del Señor». La imagen es grandiosa: la noche queda iluminada. Sin embargo, los pastores «se llenan de temor». No tienen miedo a las tinieblas sino a la luz. Por eso, el anuncio empieza con estas palabras: «No temáis».

No nos hemos de extrañar. Preferimos vivir en tinieblas. Nos da miedo la luz de Dios. No queremos vivir en la verdad. Quien no ponga estos días más luz y verdad en su vida, no celebrará la Navidad.

El mensajero continúa: «Os traigo la Buena Noticia, la gran alegría para todo el pueblo». La alegría de Navidad no es una más entre otras. No hay que confundirla con cualquier bienestar, satisfacción o disfrute. Es una alegría «grande», inconfundible, que viene de la «Buena Noticia» de Jesús. Por eso, es «para todo el pueblo» y ha de llegar, sobre todo, los que sufren y viven tristes.

Si ya Jesús no es una «buena noticia»; si su evangelio no nos dice nada; si no conocemos la alegría que sólo nos puede llegar de Dios; si reducimos estas fiestas a disfrutar cada uno de su bienestar o a alimentar un gozo religioso egoísta, celebraremos cualquier cosa menos la Navidad.

La única razón para celebrarla es ésta: «Os ha nacido hoy el Salvador». Ese niño no les ha nacido a María y José. No es suyo. Es de todos. Es «el Salvador» del mundo. El único en el que podemos poner nuestra última esperanza. Este mundo que conocemos no es la verdad absoluta. Jesucristo es la esperanza de que la injusticia que hoy lo envuelve todo no prevalezca para siempre.

Sin esta esperanza, no hay Navidad. Despertaremos nuestros mejores sentimientos, disfrutaremos del hogar y la amistad, nos regalaremos momentos de felicidad. Todo eso es bueno. Muy bueno. Todavía no es Navidad.

CC - A,SAGRADA FAMILIA (EduardoA)

Eduardo Abad, Escolapio

1ª lectura Samuel 1,20-22.24-28
2ª lectura 1ª San Juan 3, 1-2.21-24
3ª lectura Lucas 2, 41-52


Los Evangelios de la infancia de Jesús no pretenden hacernos una historia de su infancia Sería un proyecto pobre y elemental, porque nunca los autores de los Evangelios se propusieron transcribirnos una historia de Jesucristo tal como hoy entendemos la palabra historia.

San Mateo describe la infancia de Jesús conforme a un género literario especial, destinado a hacer resaltar determinadas características del Mesías. Para Mateo, Jesús es, ante todo, el Legislador de la Nueva Alianza. Su Evangelio lo divide en cinco partes, que se corresponden con el Pentateuco o cinco libros de Moisés y Jesús se nos presenta en el relato de San Mateo, como el que da cumplimiento a la ley mosaica... hasta superarla, al decirnos Mateo: "Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios".

A Jesucristo lo presenta aquí, en este relato de la infancia del Niño Jesús como nuevo Moisés. Este es uno de los temas importantes. El relato de la huida a Egipto no es lo importante, es tan solo andamiaje, que en este relato de "infancia" esboza una teología sobre el nuevo Moisés. Es, pues, una enseñanza clave y no el relato en sí de la huida a Egipto. Es un midrash: un género literario o manera de escribir con el que se buscan comparaciones y semejanzas de signos precursores de la realidad que en el ahora se vive.

Cristo, pues, nuevo Moisés, que da cumplimiento a la gran misión legislativa para una Nueva Alianza de un Nuevo Pueblo, constituido hoy por todos nosotros y no sólo por el pueblo de Israel.

Veamos este midrash o comparación y semejanza perfecta. Los faraones mandan matar a todos los varones nacidos entre los israelitas. Moisés se salva de la matanza. Y por segunda vez, ya mayor, se salvará de la muerte que le quiere infringir el faraón, refugiándose en el extranjero, en el desierto de Madián.

Hay toda una semejanza con el texto del Evangelio, proclamado hoy. A Herodes se le anuncia también, como al faraón, el Nacimiento de Jesús. Herodes ordena el exterminio de todos los primogénitos de Belén. Jesús se salvará de la matanza de los Inocentes, refugiándose en el extranjero. Y así como Moisés es llamado más tarde por el ángel para que vuelva a Egipto, así también, con las mismas palabras textuales del Éxodo, el ángel invitará a José, á María y al Niño, que vuelvan a Palestina.

Lo importante, pues, en este fragmento o relato no es la historieta en sí, de Jesús, emigrante en Egipto, cuanto la enseñanza que nos aporta este midrash y la consecuencia que comporta para nuestra vida cristiana. Si Cristo es el nuevo Moisés, Nuevo Legislador de una Nueva Alianza en la que todos nosotros, cristianos, hemos entrado: yo, como firmante de esa Nueva Alianza desde mí Bautismo, ¿cumplo esa Nueva Ley de la Nueva Alianza, que se resume en amar a Dios en el prójimo, con el amor con que Cristo nos amó, es decir, hasta dar la vida por todos?.

Nueva Alianza. ¿Y qué mayor alianza, que la sellada en la familia, alianza natural y básica?. En esa pequeña, pero fundamental alianza para el desarrollo armónico del ser humano, ¿cumplo con la Nueva Ley?, ¿Dónde está mi entrega, mi servicio, mi fidelidad?, ¿mi amor, hasta dónde llega?, ¿marido, padre, abuelo, esposa, madre, abuela, hijos, nietos... hasta dónde llegamos?, ¿sólo nos amamos de forma interesada, propia del simple amor humano?, ¿se necesita ser cristiano para eso?, ¿de qué sirve, entonces, eso de Nuevo Moisés, Nueva Alianza?.

¿Nos quedaremos sólo con el relato infantil, del no menos infantil episodio de la huida a Egipto?. En una palabra: ¿doy algo de mí, de mi vida en mi familia?. Hay que dar vida y la vida, para cumplir y vivir la Nueva Ley, sino, yo no estoy dentro de la Nueva Alianza, sigo en la Antigua, en la de la ley, simplemente natural.

Pero, aún hay más, con respecto a la familia. Debemos extender nuestra mirada y darnos cuenta, que hoy día el hombre empieza a sobrepasar las comunidades naturales y biológicas de la familia, clan, tribu, etnia, región o autonomías, incluso nación y estado. El hombre actual, las nuevas generaciones tienden a vincularse y vivir en comunidades supranacionales e internacionales: grupos profesionales, grupos de científicos, de trabajadores, que tienen y les une un mismo ideal y una concepción más amplia y hasta trascendente del hombre y hablan así'un mismo lenguaje por encima de partidos e ideologías radicales. Su horizonte se ensancha a un nivel planetario: Por eso el Papa habla en su mensaje de Navidad de "alegría cósmica". Para estos hombres y mujeres de la Nueva Alianza, su casa son todos los países. Su familia, es todo el mundo, que se ha convertido en una gran aldea. La mundialización, fraternidad universal, que decimos los cristianos, son los contornos de la nueva y gran familia a la que se llega por la "pequeña familia" o familia natural y nuclear. Y por todo ello son capaces de dar la vida: en el gobierno, en la gestión, en los laboratorios, en las cátedras ambulantes, en las grandes obras públicas, en las embajadas de paz, en organismos de desarrollo por la educación. Luchan contra el hambre, a favor de la salud, por la justicia en el trabajo.

¿A qué familia pertenezco: a la natural o a la de la Nueva Alianza?. ¿Me he encerrado como una gallina en un gallinero o vuelo como el cóndor por encima de las montañas, descubriendo el horizonte infinito del universo donde me encuentro con mi gran familia? El día que descubras que la tierra es tu patria, no te sentirás extranjero en ningún país.

Nada de infantilismos en estos relatos evangélicos de la infancia de Jesús. Cristo es el Nuevo Moisés, el Nuevo Legislador de una Nueva Alianza.

Este es el mejor mensaje para el día de la Sagrada Familia. Y a este Señor, hecho Eucaristía en la Eucaristía, le vamos a pedir: haznos entrar en tu Nueva Alianza, agranda nuestro corazón, eliminando fronteras de carne y de sangre; de nacionalismos y de etnias para poder pertenecer verdaderamente a esta gran Familia de los Hijos de Dios. Tu gran familia.

Amén.

CC - N, NOCHEBUENA – NAVIDAD

MISTERIO DE LA ENCARNACIÓN
24 diciembre 2006

POBREZA O NECESIDAD MATERIAL O ESPIRITUAL O LAS DOS A LA VEZ

EL SENTIMIENTO es valioso, pero estéril, si no despierta IDEAS, que se hacen querer, realidad por el CORAZÓN.

Si tienes un poco de curiosidad, 3 minutos para VER y 7 para PENSAR;
y eres al menos, algo RESPONSABLE y bastante GENEROSO…
y VALIENTE, SIGUE LEYENDO Y VIENDO ESTE CORREO
Si no, este correo ha finalizado con un:
¡FELIZ NAVIDAD!
-estándar-

NOS DA PENA, LÁSTIMA Y ASCO Y VERGÜENZA, VER A ESTA CRIATURA FAMÉLICA. y ESTO ES REAL HOY, NO UN CUENTO CHINO

Mateo en el capítulo nos trasmite la revelación de Dios en Jesucristo, que dice:

«Cuando el Hijo del hombre venga en su gloria. Entonces dirá:
"Venid, benditos de mi Padre,
Porque tuve hambre, y me disteis de comer;
tuve sed, y me disteis de beber;
era forastero, y me acogisteis;
estaba desnudo, y me vestisteis;
enfermo, y me visitasteis;
En la cárcel, y vinisteis a verme."
"En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, a mí me lo hicisteis."

Ese harapiento, muerto de hambre, en los huesos es el NIÑO JESÚS ENCARNADO

UN SIMPLE NIÑO,
CRIATURA DE DIOS,
SIN NECESIDADES…

Nos gusta este niño,
tan lindo, tan limpio,
tan guapo,
de tan buen aspecto,
su pelo sedoso,
sus manecitas y
sus picecitos
de niño,
son joyas con las que
adorna su cuerpo,
tan angelical su rostro,
tan bien nutrido…

Nos gustaría tenerlo en nuestra casa y mimarlo, sentarlo a nuestra mesa, vestirlo con sedas y oro…

Pero parece ser que en ellos no está ENCARNADO Jesús. Son criaturas de Dios, pero no son NAVIDAD.
Con ellos no se puede hacer un BELÉN. Sólo sirven para adornar, porque sin EL NIÑO, solo hay un BELÉN, sí, pero un BELÉN LAICO…

“En verdad os digo que cuanto hicisteis a unos de estos hermanos míos más pequeños, A MÍ ME LO HICISTEIS.”

YO, “SOY ELLOS”
o estoy en ellos con una presencia misteriosa…

"En verdad os digo que cuanto dejasteis de hacer con uno de estos más pequeños, también CONMiGO DEJASTEiS DE HACERLO."

Dejemos de lado esta ducha y “borrachera” de sentimientos y lástimas y lamentos.

* No seamos masoquistas, añadiendo aun el escándalo de las estadísticas.
* No nos engañemos diciéndonos ¿Qué podemos hacer? Yo ya pago los impuestos…
* Sabes que no es suficiente, porque tú votas mal a los que te representan, que son poco responsables.
* Sabes que aun haciendo justicia, tu Gobierno, nunca podrá llegar a donde tú puedes llegar.
* Tú puedes llegar, como esos “hilillos de agua” que se escapan de la acequia; y donde llegan, hacen crecer hierba y salir flores en ese minúsculo terreno.

Cojamos al toro por los cuernos, y me curo en salud, porque suelo decir, que aquellos que hablan de pobreza y miseria, resulta que muchos de ellos están viviendo opíparamente bien y con derroche en sus vidas.

Esta vez no me he dejado llevar solo de la lástima, de la pena. Y en lugar de lamentos,

¿QUÉ HE HECHO?. De mi flaco presupuesto, dejando de comprar, al menos, cosas no tan necesarias, estoy enviando a FUNESO, ( la Fundación Educativa Solidaria), de los Escolapios, mi modesta aportación, esta vez de 150 €.

De tu mínimo “presupuesto”, deja de comprar algunas cosas superfluas, incluso hasta alguna necesaria y envía tu aportación a una O.N.G. PARA NIÑOS; A TU CÁRITAS PARROQUIAL O DIOCESANA o a FUNESO, que es una ONG, SOLIDARIA CON LA EDUCACIÓN, base de todo progreso:

“Si a teneris annis, pueri … (si desde la infancia los niños… son educados en la piedad y en las letras, es de esperar con seguridad, que serán felices toda su vida” – San José de Caalsanz siglo XVI)

“Al hambriento no le des un pez para quitarle el hambre hoy;

ENSÉÑALE A PESCAR; y le habrás quitado el hambre para toda su vida”… pero: A TENERIS ANNIS…

ESTA ES LA ENSEÑANZA DE LA AUTÉTICA NAVIDAD


1ª lectura Isaías 9,1-3.5-6
2ª lectura Tito 2, 11-14
3ª lectura Lucas 2, 1-14

Edu, escolapio

Hermanos, en esta noche santa nos hemos reunido gozosos y alegres, en familia.

Hemos dejado nuestras casas chicas y pequeñas para venir a esta casa grande, casa de todos; para decirnos los unos a los otros, para gritar todos juntos al mundo: "Hermanos en esta noche santa nos ha nacido la esperanza".

!Ya no estamos a obscuras!. Nuestros pasos ya no son vacilantes en la noche. Todo se ha hecho luz. Ahora empezamos a ver claro: "El pueblo", nos ha dicho el profeta Isaías, "que caminaba en tinieblas, vio una luz grande. Habitaba en tierras de sombras y una luz les brilló".

Verdaderamente, hermanos, hoy nos ha nacido la esperanza. ¿Sabéis por qué? Nada más tenemos que asomarnos a este gran ventanal del mundo y veréis por qué El, este Niño, que nos ha nacido, es nuestra única esperanza, porque es nuestra total "salvación".

Si nos asomamos a este ventanal del mundo, ¿qué vemos?

- En España un terrorismo desde hace unos 40 años por un palmo más de tierra y decir que esta tierra es mía.
- En Ruanda, Burundi, Congo y hasta Uganda, envueltos en un genocidio, por raza y por riquezas en minas. ¿Cuántos muertos? Ya da lo mismo... tres, cuatro millones en tres años y hoy aun siguen, a pesar de elecciones y promesas. Y el mundo mirando para otro sitio, pues son muchos y casi iba a decir… que son negros.
- En la India hay más de seis millones de esclavos por deudas. Y millones de niños y niñas dedicados a la prostitución.
- En países de Asia, guerras interminables y crueles, clandestinas, larvadas o patentes y manifiestas, que ya da igual.
- En el Sudán, masacre de niños y mercado de esclavos y la hambruna matando sin piedad por la impiedad de los países ricos.
- Chiapas, en Méjico, es un botón de muestra de las injusticias incrustadas en la América Latina, sin olvidar la barbarie de los siete millones de los "Ninos de la rua" de Brasil, que, los pistoleros a sueldo, para guardar tiendas o almacenes, matan por decenas todos los días, como si fueran ratas.
- El terrorismo internacional o nacional de narcos y mafias dominando la situación con muertes, secuestros o impuestos revolucionarios.
- Para el Gobierno de Colombia es una pesadilla los grupos revolucionarios desde hace años...
- Irak, Palestina, Israel y Líbano, casi mejor no nombrarlos, por que la matanza cruel y salvaje es diaria.
- Por el mundo entero rodando la rueda de la maldita fortuna de continuos atentados, bombardeos sorpresa, camiones suicidas, "kamizaques", amasado todo en rencor, odio y venganza por un palmo más de tierra, un poco más de poder o por la "mamona", becerro de oro o "ramera universal", como la denominó Shakespeare: el dinero.

Verdaderamente el mundo "camina en tinieblas y habita en sombras de muerte".

¿Quién podría solucionar todos estos problemas de injusticia, de guerra y de odio, trayéndonos la paz, la justicia y el amor?... Porque los Organismos Internacionales hablan, pero no les hacen caso, no tienen poder. Y empiezan algunos a oler a podrido y corrupción, politizados.

En cambio, el poder de las armas mortíferas a escala planetaria supera la capacidad de diálogo, de acuerdo y de entendimiento y se rompen todas las Conferencias por muy internacionales que sean, quedándonos todos "en el miedo de la noche y de las sombras de muerte". Las armas hablan con crueldad, pero los problemas permanecen frecuentemente, se agravan.

Si hubiera alguien que..., no sé,... si viniera alguien para arreglar estos graves y horribles problemas del mundo...

Habitamos en tierras de sombras y de muerte", cuando la mirada la dirigimos también a nosotros mismos, a nuestra propia persona:

- Faltas de comprensión y de tolerancia en la convivencia familiar, comunitaria, laboral, social y nacional.
- Antipatías fomentadas y consentidas en nuestro corazón, entre los que nos llamamos y decimos hermanos.
- Peleas, envidias, palabrotas soeces o blasfemas.
- Juramentos, murmuraciones y calumnias.
- Falta de respeto, de obediencia y de servicio a mis padres.
- Resistencia a la autoridad o superiores por serlo.
- Irresponsabilidad y dejadez en el trabajo y en el estudio, con pérdida lamentable del tiempo.
- Apropiación de lo que no me pertenece, o con más claridad: robos, hurtos y "pelotazos" al día.
- Lascivia e inmodestia en mi comportamiento y en mi mirar y sin dominio, ni señorío en mi sexualidad.

"Somos tierra de sombras, de oscuridad y de muerte" ... y ahí vivimos.

Realmente, si hubiera alguien... si viniera alguien a ayudarnos, a solucionar problemas, insatisfacciones y tensiones...

"Ven, ven Señor, no tardes. Ven, ven, que te esperamos", dice la letra de uno de los cantos del adviento.

Y Hoy, hermanos, una vez más, si de verdad esperamos y creemos, si nuestra fe es fe: compromiso esperanzado y no simple conocimiento o cultura, se nos anuncia: que sí , que viene Alguien, que ya ha venido, que: "Hoy ha nacido la esperanza", hecha ya realidad, "que se llama Príncipe de la Paz". "Que Hoy ha aparecido la gracia", o poder de Dios, "que un Niño nos trae la salvación", que Él es Jesús, "que es Salvador", que Él es la solución.

- No renuncies nunca a Él. "Renuncia", en cambio, "a los deseos mundanos. Y lleva una vida sobria, sin excesos de comidas o bebidas", que un cierto ascetismo es marchamo de todo hombre que se precie de tal y una exigencia del compromiso cristiano, que asumimos en nuestro bautismo. "Lleva una vida honrada y religiosa". Y espera, porque: "Hoy nos ha nacido un Salvador, el Mesías, el Señor". "Te lo encontrarás envuelto en pañales y acostado en un pesebre".
- Los pastores le dieron un establo. El buey le dio el pesebre. La tierra, las entrañas de la cueva. Dale tú tu corazón entero para que nazca en tu vida: "Corazones partidos, yo no los quiero. Y si le doy el mío, lo doy entero", que dice la copla.
- Dale tu corazón entero. Sé valiente, que María se lo dio todo. Para que lleves en tu corazón nuevo: amor y no odio. Lleva la unión a tu familia, entre tus amigos, entre tus compañeros de trabajo, en tu comunidad. No lleves discordia y peleas. Lleva la verdad. Cierra las puertas a la mentira, al engaño y corrige el error. Lleva seguridad y fe. No siembres duda. Siembra esperanza. Arranca la desesperación y angustia.
- Que donde haya tinieblas, tu pongas luz.
- Done tristeza, tú lo inundes de alegría... Y así ya no será Navidad, tú serás Navidad: ese alguien, que viene a dar sentido nuevo y esperanzador a las tensiones del mundo y de la vida. Ese alguien que viene a traer la paz, la justicia y el amor. Porque, entonces, te repito, tú serás Navidad. : Dios encarnado en ti.

Conmemorar el nacimiento de Jesús es sólo historia y tiene poco sentido, porque celebrando su nacimiento anulamos el misterio de la Encarnación. Porque por mucho belén que instalemos, por muchos besos que demos a esos niños de pasta o escayola, por mucho villancico que cantemos y mucha pandereta que toquemos, no habrá Navidad, sí tú no eres Navidad, es decir, si en tu vida no has dejado aún que Jesucristo se Encarne.

Nació en Belén y su Encarnación se va realizando poco a poco en la Humanidad, para transformarla, para salvarla, para divinizarla: "hijos de Dios", y esto comenzó en tu bautismo.

- El misterio de la Encarnación comienza en Belén. Acabará el día de tu muerte. El día del fin del universo o punto omega…
- Si Dios no nace Hoy en ti, no habrá, pues, Navidad en tu hogar, en tu parroquia, en tu barrio, ni en tu ciudad, aunque la hayamos llenado de luces y guirnaldas.

Que tú seas Navidad para que todos podamos felicitamos sinceramente en esta Eucaristía, diciéndonos los unos a los otros: "Feliz, feliz Navidad", porque eres tú, quien es la NAVIDAD

AMEN.

Edu, escolapio:

Os desea que seáis NAVIDAD, para deciros hoy
FELIZ NAVIDAD
Feliz Navidad
-tipo estándar
-vacía y sin valor.
-solo para cumplir.
-es un simple papel o tarjeta

¡a la papelera!

FELIZ NAVIDAD
-auténtica
-de verdad
-te invita al "cambio"
-a que tu seas NAVIDAD
-para que seas feliz
-y hagas feliz a todos
-porque en ti ha nacido
-la misericordia
-la piedad y compasión

LA DIRECCIÓN DE LA EMPRESA JÄGER and TOLLE
Y TODOS SUS EMPLEADOS
LE DESEA UNA
FELIZ NAVIDAD
Y UN PRÓSPERO AÑO NUEVO 2007
LLENO SALUD, DINERO Y AMOR

Esta es una de tantas FELICITACIONES de NAVIDAD que recibimos.

Son estándar. Está esterilizada. Desinfectada. Produce una asepsia total, porque uno no siente nada y piensa menos. Se ha fumigado todo vestigio de plagas. Es una “felicitación pasteurizada”

Se mata el Misterio de la ENCARNACIÓN

Por eso, no nace NADA, porque la ENCARNACIÓN ESTÁ MUERTA. No hay NAVIDAD.

Y a marchas forzadas se sustituye LO QUE HUELE A MUERTO por la parafernalia de la Sociedad de Consumo.

Vamos que te atiborran de todo, menos de lo que es NAVIDAD

Yo también te felicito de la misma manera, para no desentonar:
FELIZ NAVIDAD. Y así ya he cumplido con esta Felicitación, como lo hace la mayoría.

Pero si ni siquiera la lees y la echas a al momento a la papelera, entonces te sugiero que intentes leer esta otra FELICITACIÓN AUTÉNTICA, que a lo mejor te gusta más, porque presenta:

LA ENCARNACIÓN VIVA, y llena de virus virulentos. ¡Suerte! Y que te contagies…

Modelo de FELICITACIÓN AUTÉNTICA DE LA NAVIDAD

La Comunidad Escolapia:
de la Residencia Calasancia en Santander:
Te desea…
Os desea, al comenzar el nuevo año litúrgico, la Gracia , como la de San José de Calasanz, fundador de los Escolapios, que llegó a casarse místicamente con LA POBREZA, de la mano de San Francisco de Asís;

la Gracia , como la de la beata Teresa de Calcuta, para que descubras a Jesucristo Encarnado en la Pobreza material y espiritual y en las necesidades espirituales y materiales de “los pequeños”

Él está allí presente, Encarnado

CC - TAdviento - D4 (EduardoA)

CATEQUESIS HOMILÉTICA
INTRODUCCIÓN Y MATERIALES DE TRABAJO

Con este 4º Domingo de Adviento la Iglesia pretende acabar nuestra preparación en CONOCIMIENTOS y COMPORTAMIENTOS para vivir este año con más PROFUNDIDAD, este MISTERIO DE LA ENCARNACIÓN, que como nos dice San Ireneo, no termina en Belén, sino que EN BELÉN SE INICIA Y ACABA PARA TI, EL DIA DE TU MUERTE.

Todos los años, debemos adentrarnos un poco más en el Misterio:

1. Que Dios sea en ti
* que cada año, tu le dejes a Dios ser más tú, hacerse carne de tu carne, hacerse casi tú mismo. Encarnarse en ti.
* Y claro para dejarle sitio, lugar, tienes que vaciarte de muchas cosas que son obstáculos en tu vida, que no sirven para nada, que estorban.
* Vaciarte de ti, hasta de tu “ego”, para que pueda entrar Él.
* ¿Te acuerdas? “El que quiera seguir detrás de mi, que se niegue así mismo…”

2. Que tú seas en Dios: que te divinices
* Esto se consigue en primer lugar con la gracia de Dios, que nunca te faltará
* Y en segundo lugar, con tu trabajo personal, ordenado, inteligente.
* Estudiar y reflexionar con la Palabra de Dios y la Catequesis (estudio sistemático de la Revelación y de la tradición de la Iglesia)

ESTOS CONOCIMIETOS te llevarán y te impulsarán a la ORACIÓN y al CULTO.
- Adquirirás así la semejanza de Dios. No serás Dios, pero casi lo parecerás
- ¿Te acuerdas de lo que dice San Pablo a los efesios? “Las mujeres que se sometan a sus maridos”. Y hay algunos, que hacen trampa, porque acaban ahí la frase, como si hubiera un punto. Y eso es a todas luces escandaloso.
- Una mujer, como un hombre, no puede someterse nada más que a Dios: “He aquí la esclava del Señor”.
- La frase completa dice: “Las mujeres que se sometan a sus maridos, COMO AL SEÑOR”. Es decir, que el ser humano, puede llegar a ser COMO EL SEÑOR, aunque no sea El Señor.
- ENCARNARSE en DIOS. Y DIOS que se ENCARNA EN MI.
- A la vez que los seres humanos nos DIVINIZAMOS, DIOS se va HUMANIZANDO, Dios se va medio confundiendo con la HUMNIDAD , y a veces lo vemos trasparentarse en algunos de nuestros hermanos: ¡Pero qué bueno es “el tío”

Hemos llegado al 4º DOMINGO de ADVIENTO mediante la CATEQUESIS que se nos da en el OCTAVARIO de preparación a la NAVIDAD : del día 17 al 24 de diciembre.

ESQUEMA DE LA CATEQUESIS DE MARIA DE LA “O”, que nos acompaña los ocho días

1ª PARTE: DIFICULTADES

Día 17 - Tabla de los orígenes de Jesucristo
- Es el comienzo, de una “nueva creación”. “Un nuevo Adán”. Una nueva Humanidad es engendrada”.
- Pero con la DiFICULTAD QUE EN ESTA GENEALOGÍA DE JESUCRISTO, el Hijo de Dios, hay prostitutas, Rahab…; adujeras, Betsabé; infames, Tamar; paganas, Ruth.
- Se encarnó hasta lo más bajo de la Humanidad. En ti, también, aunque en lo bajo y muy bajo estés.

Día 18
José no entiende cómo su prometida puede estar embarazada, si no habían aún “convivido”.
Será posible en esta muchacha estupenda? ¿No será que las apariencias engañan?

Día 19
Zacarías se hace un lío. No puede creer que su mujer, Isabel, estéril y “vieja”, pueda quedar embarazada, ahora, a buenas horas, y dar a luz un niño.

Día 20
María se turbó, y no entendía el mensaje del Ángel. ¿Cómo ha de ser esto, de ser madre, si no conozco varón? Corría el peligro de ser apedreada. Fatal

2ª PARTE: SOLUCIONES Y ACCIONES DE GRACIAS

Día 21
Isabel se llena de alegría al oír el saludo de María; hasta el niño salta de gozo en el vientre de Isabel. “Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre”. “Bendita tú, porque creíste”. Y comprobación por María de la señal que le dio el Ángel: tu parienta está en cinta, que es lo imposible, porque para Dios nada es imposible, luego tú…

Día 22
Acción de gracias de María por cuanto ha comprobado: ni está loca, ni la han engañado. “Proclama mi alma la grandeza del Señor”

Día 23
Congratulaciónes de familiares y vecinos por la maternidad de Isabel.. ¿Qué va a ser este “regalo de Dios”, -este Juan- El padre de la criatura recobra el habla. Todo se resuelve y queda claro. “La mano del Señor está con él”

Día 24
Acción de gracias de Zacarias, el padre de ese niño prodigio, que era lo imposible: Bendito sea el Señor, Dios de Israel…

Con estos PROLEGÓMENOS podemos penetrar mejor el Misterio de la ENCARNACIÓN Y VIVIRLO en la HOMILÍA ( que debe ser, a partir de los CONOCIMIETOS O CATEQUESIS, la expresión de mis sentimientos y de MIS VIVENCIAS, en un lenguaje familiar y coloquial).

Edu, escolapio

1ª Lectura: Miqueas 5, 1-4
2ª Lectura: Hebreos 10, 5-10
3ª Lectura: Lucas 1, 39-45


El adviento se nos va, queridas hermanas y hermanos. El adviento finaliza de una manera rápida. Todo acaba en esta vida, porque todos somos temporales. Esa es nuestra dimensión. Ese es nuestro haber, nuestro caudal, nuestra riqueza para comprar una eternidad, una vida feliz y dichosa. Precio: un poco de tiempo, tu tiempo.

También se nos echará encima la Navidad, y cantaremos ese villancico que nos habla de nuestro tiempo, que se nos va de las manos: "La Nochebuena se viene, la Nochebuena se va. Y nosotros nos iremos y no volveremos más".

¿Hemos comprado con nuestro tiempo un nuevo corazón? ¿Nos hemos convertido? ¿Hemos despertado en nosotros esas actitudes de cambiar nuestra vida: de vaciar nuestro corazón de egoísmo y llenarle de la bondad de Dios, que a todos quiere, que a todos perdona, que a todos ama?.

Esta última semana de adviento, nos queda reducida este año litúrgico a nada, a un día nada más. Y antes de que llegue la Misa de Gallo, a las 12 de la noche, nos tiene que servir para dar la última pincelada, el toque maestro, que acabe esta empresa grandiosa en la que nos hemos metido: la de este adviento, que lo queremos diferente, muy diferente, porque no queremos quedarnos tan solo en el andamiaje, que mal no está: de almacenes llenos de regalos, restaurantes con comidas y cenas espléndidas, las calles y monumentos, abigarrados de luces, de todos los colores, con adornos sobrecargados, cantos hogareños de villancicos y tiernas melodías familiares.

No, no queremos quedarnos en todo este andamiaje, sino entrar un poco más, para vivirlo mejor, este misterio de encarnación y lograr así una nueva dimensión y sentido a nuestra vida, teniendo un nuevo corazón. Porque sabemos, que si no lo logramos, nos quedaremos con una hermosa jaula de barrotes dorados, pero sin pájaro, o si queréis un globo hermoso, grande y abigarrado de colores, pero sin aire. ¿Para qué sirve?

Cerramos este adviento con el broche de oro, que es como una última pincela maestra, de las actitudes de María para dar a luz al mundo al Emmanuel: Dios con nosotros y nosotros con Dios.

Ella nos da la clave para lograr entrar en este Misterio de la Encarnación: Dios que se hace hombre para que el hombre se divinice.

María parte a prisa a casa de Isabel ¿por qué tanta prisa?


  1. 1. Para compartir su alegría y su gozo, su sorpresa y su suerte: Dios la ha escogido para ser su madre, Madre de lo Divino y poder así hacerse Él, hombre, como nos ocurre a cualquiera de nosotros, que de una mujer y madre hemos nacido. Compartir, pues, es una de las palabras clave del espíritu y misterio de la Navidad. Compartir lo que tienes y compartir lo que eres.

  2. 2. Parte también aprisa para confirmar su fe en la Palabra de Dios, anunciada por el ángel. La fe no es una creencia boba o supersticiosa. La fe es como un obsequio, que yo hago a Dios de mi propio razonamiento, de tal manera que cuando llego a los límites de mi razonar, sigo caminando, fiado de la Palabra de Dios. Y ella fue, entonces, a comprobar la señal que el ángel le había dado: que su prima Isabel, estéril y ya anciana, había concebido por primera vez y ya estaba en el sexto mes de gestación, porque para Dios nada hay imposible. Confirmada su fe, ella, María podía ser también la madre de Dios encarnado

  3. 3. Y en tercer lugar, constatamos que ella parte aprisa a casa de Isabel y se queda allí para ayudarla y servirla. Sirvió, primero a Dios, diciendo sí a su voluntad, ya Dios quería hacerse hombre. Y ahora sirve a los hombres, ayudando a su prima. Y comienza esa ayuda, llenando de alegría y gozo la casa y las personas. Al entrar en la casa de Isabel, ésta dijo: "en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre".



La clave de la Navidad está, pues: en compartir; en confirmar y reforzar la fe; y en servir.
* Un buen corazón tuvo también María. Primero se dio por completo a Dios, como ya hemos dicho: "Aquí está la esclava del Señor". ¿Te has dado tú a Dios, como se nos invitaba en la primera semana del adviento, en que se te dijo y se nos dijo, que estuviéramos siempre despiertos y vigilantes en la oración? ¿Has hablado más con Dios? ¿Has asistido, al menos, algunos días a la meditación de los misterios de Jesús, acompañando a María, en el rezo del santo rosario, que se reza en tu Parroquia todos los días de semana? ¿Lo has rezado, al menos, en casa solo o en familia? ¿Has dialogado con Dios con todo tu corazón? ¿Lo vas a hacer? El te está aún esperando. Quedan solo 24 horas para la Navidad ...

* Un buen corazón tuvo María, porque, en segundo lugar, y lo repetimos, se dio a los demás; no es egoísta y por ello quiere compartir con todo su gozo y su alegría de haber sido designada y escogida por Dios para colaborar en su proyecto gigante: La Encarnación. Hay que compartir nuestras alegrías, hermanos, para tener corazón de carne, de amores y no de piedra, y egoísta: mis alegrías solo para mí.

* María, Madre del adviento, es, pues, nuestro modelo, porque no solo dio su corazón a Dios, también se lo dio a los hombres. El relato de hoy nos lo declara con pincela maestra. Es como el broche de oro de todo el adviento que finaliza con esta cuarta semana corta y rápida.

"María se puso en camino, aprisa, y se fue a visitar con urgencia a su prima Isabel.
¿Por qué razón?
Las razones y motivos son muchos, abundan.
* Compartir también mis riquezas con los pobres de toda raza y condición y de toda clase de pobreza. María, pues, primero comparte sus alegrías, que es su mayor riqueza; no las guardas para ella sola. Y esto lo hace aprisa.

* Y aprisa también, sin demora, subió a la montaña para ayudar a su prima que esperaba un niño como ella. Dar y ayudar. Ayudar y dar son las claves para que Dios nazca en tu corazón. Si esta última semana, que se reduce prácticamente a 24 horas, nos damos y ayudamos, como María, y lo hacemos sin tardanza, sin demora, seguramente que también, llenaremos nosotros nuestro hogar, nuestra Patria, del amor de la reconciliación, para que el futuro de nuestro país no sea incierto; y diremos asombrados como Isabel a María": ¿_De dónde a mí tanto bien, que venga la madre de mis Señor a visitarme? Sabe Interpretar Isabel los signos de la presencia de Dios. Ve a una simple mujer y reconoce en ella la presencia del Señor.

Esta es la lección que nos da María a los cristianos en este adviento para entrar un poco más en el misterio de la Encarnación y vivir de verdad la Navidad: Dios es Emmanuel, es el Dios con nosotros. La consecuencia es doble: que nosotros queremos ser nosotros con Dios, pero también nosotros con los demás.

Y no olvidemos LA IDEA CLAVE DE LA ENCARNACIÓN, y que enseñó San Ireneo.
* LA ENCARNACIÓN, con el Nacimiento del Niño Jesús, NO ACABA EN BELÉN.
* EN BELÉN EMPIEZA LA ENCARNACIÓN EN LA HUMANIDAD Y EN EL COSMOS.
* Y TERMINARÁ AL FINAL DE TU VIDA PARA TI
* Y AL FINAL DE LOS TIEMPOS, PARA EL UNIVERSO.


Que en esta Eucaristía se dé la triple dimensión: Dios con nosotros, nosotros con Él y nosotros con los demás, que esto es Navidad. Este año, más encarnados: Dios en mi y yo en Él.

AMEN
FELIZ NAVIDAD

Dios con nosotros y nosotros con Él. ¡E M M A N U E L!

P. Edu Martínez Abad, escolapio

Te recomiendo que si quieres progresar en tu vida cristiana, no dejes de leer en tu casa, en familia, solo o con amigos un breve comentario del EVANGELIO de cada DOMINGO.

Si lo haces, todos los días de la semana, al menos tú solo, mejor que mejor. Sentirás que cambias mucho a mejor en solo un año. El libro recomendado para esta labor de formación permanente de leer y pensar el Evangelio de Domingos, incluso de semana, es LA PALABRA DE DIOS PARA CADA DÍA (tomo 1° y 2°) por Noel Quessón – Editorial Claret – Lo puedes comprar en la Librería Pastoral, calle Florida, 3- Santander- TIf. 942 37 54 74. – Precio: 12 € los dos tomos (1° y 2°, que contienen todos los Evangelios del año)

Friday, December 22, 2006

CC - TAdviento - D4 (EduardoA)

CATEQUESIS HOMILÉTICA
INTRODUCCIÓN Y MATERIALES DE TRABAJO
Eduardo Abad

Con este 4º Domingo de Adviento la Iglesia pretende acabar nuestra preparación en CONOCIMIENTOS y COMPORTAMIENTOS para vivir este año con más PROFUNDIDAD, este MISTERIO DE LA ENCARNACIÓN, que como nos dice San Ireneo, no termina en Belén, sino que EN BELÉN SE INICIA Y ACABA PARA TI, EL DIA DE TU MUERTE.

Todos los años, debemos adentrarnos un poco más en el Misterio:

1. Que Dios sea en ti
  • que cada año, tu le dejes a Dios ser más tú, hacerse carne de tu carne, hacerse casi tú mismo. Encarnarse en ti.
  • Y claro para dejarle sitio, lugar, tienes que vaciarte de muchas cosas que son obstáculos en tu vida, que no sirven para nada, que estorban.
  • Vaciarte de ti, hasta de tu “ego”, para que pueda entrar Él.
  • ¿Te acuerdas? “El que quiera seguir detrás de mi, que se niegue así mismo…”
2. Que tú seas en Dios: que te divinices
  • Esto se consigue en primer lugar con la gracia de Dios, que nunca te faltará
  • Y en segundo lugar, con tu trabajo personal, ordenado, inteligente.
  • Estudiar y reflexionar con la Palabra de Dios y la Catequesis (estudio sistemático de la Revelación y de la tradición de la Iglesia)
ESTOS CONOCIMIETOS te llevarán y te impulsarán a la ORACIÓN y al CULTO.
  • Adquirirás así la semejanza de Dios. No serás Dios, pero casi lo parecerás
  • ¿Te acuerdas de lo que dice San Pablo a los efesios? “Las mujeres que se sometan a sus maridos”. Y hay algunos, que hacen trampa, porque acaban ahí la frase, como si hubiera un punto. Y eso es a todas luces escandaloso.
  • Una mujer, como un hombre, no puede someterse nada más que a Dios: “He aquí la esclava del Señor”.
  • La frase completa dice: “Las mujeres que se sometan a sus maridos, COMO AL SEÑOR”. Es decir, que el ser humano, puede llegar a ser COMO EL SEÑOR, aunque no sea El Señor.
  • ENCARNARSE en DIOS. Y DIOS que se ENCARNA EN MI.
  • A la vez que los seres humanos nos DIVINIZAMOS, DIOS se va HUMANIZANDO, Dios se va medio confundiendo con la HUMNIDAD , y a veces lo vemos trasparentarse en algunos de nuestros hermanos: ¡Pero qué bueno es “el tío”

Hemos llegado al 4º DOMINGO de ADVIENTO mediante la CATEQUESIS que se nos da en el OCTAVARIO de preparación a la NAVIDAD : del día 17 al 24 de diciembre.

ESQUEMA DE LA CATEQUESIS DE MARIA DE LA “O”, que nos acompaña los ocho días

1ª PARTE: DIFICULTADES
Día 17
Tabla de los orígenes de Jesucristo
Es el comienzo, de una “nueva creación”. “Un nuevo Adán”. Una nueva Humanidad es engendrada”.
Pero con la DiFICULTAD QUE EN ESTA GENEALOGÍA DE JESUCRISTO, el Hijo de Dios, hay prostitutas, Rahab…; adujeras, Betsabé; infames, Tamar; paganas, Ruth.
Se encarnó hasta lo más bajo de la Humanidad. En ti, también, aunque en lo bajo y muy bajo estés.
Día 18
José no entiende cómo su prometida puede estar embarazada, si no habían aún “convivido”.
Será posible en esta muchacha estupenda? ¿No será que las apariencias engañan?
Día 19
Zacarías se hace un lío. No puede creer que su mujer, Isabel, estéril y “vieja”, pueda quedar embarazada, ahora, a buenas horas, y dar a luz un niño.
Día 20
María se turbó, y no entendía el mensaje del Ángel. ¿Cómo ha de ser esto, de ser madre, si no conozco varón? Corría el peligro de ser apedreada. Fatal
2ª PARTE: SOLUCIONES Y ACCIONES DE GRACIAS
Día 21
Isabel se llena de alegría al oír el saludo de María; hasta el niño salta de gozo en el vientre de Isabel. “Bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito el fruto de tu vientre”. “Bendita tú, porque creíste”. Y comprobación por María de la señal que le dio el Ángel: tu parienta está en cinta, que es lo imposible, porque para Dios nada es imposible, luego tú…
Día 22
Acción de gracias de María por cuanto ha comprobado: ni está loca, ni la han engañado. “Proclama mi alma la grandeza del Señor”
Día 23
Congratulaciónes de familiares y vecinos por la maternidad de Isabel.. ¿Qué va a ser este “regalo de Dios”, -este Juan- El padre de la criatura recobra el habla. Todo se resuelve y queda claro. “La mano del Señor está con él”
Día 24
Acción de gracias de Zacarias, el padre de ese niño prodigio, que era lo imposible: Bendito sea el Señor, Dios de Israel…
Con estos PROLEGÓMENOS podemos penetrar mejor el Misterio de la ENCARNACIÓN Y VIVIRLO en la HOMILÍA ( que debe ser, a partir de los CONOCIMIETOS O CATEQUESIS, la expresión de mis sentimientos y de MIS VIVENCIAS, en un lenguaje familiar y coloquial).

Edu, escolapio

1ª Lectura: Miqueas 5, 1-4
2ª Lectura: Hebreos 10, 5-10
3ª Lectura: Lucas 1, 39-45

El adviento se nos va, queridas hermanas y hermanos. El adviento finaliza de una manera rápida. Todo acaba en esta vida, porque todos somos temporales. Esa es nuestra dimensión. Ese es nuestro haber, nuestro caudal, nuestra riqueza para comprar una eternidad, una vida feliz y dichosa. Precio: un poco de tiempo, tu tiempo.

También se nos echará encima la Navidad, y cantaremos ese villancico que nos habla de nuestro tiempo, que se nos va de las manos: "La Nochebuena se viene, la Nochebuena se va. Y nosotros nos iremos y no volveremos más".

¿Hemos comprado con nuestro tiempo un nuevo corazón? ¿Nos hemos convertido? ¿Hemos despertado en nosotros esas actitudes de cambiar nuestra vida: de vaciar nuestro corazón de egoísmo y llenarle de la bondad de Dios, que a todos quiere, que a todos perdona, que a todos ama?.

Esta última semana de adviento, nos queda reducida este año litúrgico a nada, a un día nada más. Y antes de que llegue la Misa de Gallo, a las 12 de la noche, nos tiene que servir para dar la última pincelada, el toque maestro, que acabe esta empresa grandiosa en la que nos hemos metido: la de este adviento, que lo queremos diferente, muy diferente, porque no queremos quedarnos tan solo en el andamiaje, que mal no está: de almacenes llenos de regalos, restaurantes con comidas y cenas espléndidas, las calles y monumentos, abigarrados de luces, de todos los colores, con adornos sobrecargados, cantos hogareños de villancicos y tiernas melodías familiares.

No, no queremos quedarnos en todo este andamiaje, sino entrar un poco más, para vivirlo mejor, este misterio de encarnación y lograr así una nueva dimensión y sentido a nuestra vida, teniendo un nuevo corazón. Porque sabemos, que si no lo logramos, nos quedaremos con una hermosa jaula de barrotes dorados, pero sin pájaro, o si queréis un globo hermoso, grande y abigarrado de colores, pero sin aire. ¿Para qué sirve?

Cerramos este adviento con el broche de oro, que es como una última pincela maestra, de las actitudes de María para dar a luz al mundo al Emmanuel: Dios con nosotros y nosotros con Dios.

Ella nos da la clave para lograr entrar en este Misterio de la Encarnación: Dios que se hace hombre para que el hombre se divinice.

María parte a prisa a casa de Isabel ¿por qué tanta prisa?
  1. 1. Para compartir su alegría y su gozo, su sorpresa y su suerte: Dios la ha escogido para ser su madre, Madre de lo Divino y poder así hacerse Él, hombre, como nos ocurre a cualquiera de nosotros, que de una mujer y madre hemos nacido. Compartir, pues, es una de las palabras clave del espíritu y misterio de la Navidad. Compartir lo que tienes y compartir lo que eres.
  2. 2. Parte también aprisa para confirmar su fe en la Palabra de Dios, anunciada por el ángel. La fe no es una creencia boba o supersticiosa. La fe es como un obsequio, que yo hago a Dios de mi propio razonamiento, de tal manera que cuando llego a los límites de mi razonar, sigo caminando, fiado de la Palabra de Dios. Y ella fue, entonces, a comprobar la señal que el ángel le había dado: que su prima Isabel, estéril y ya anciana, había concebido por primera vez y ya estaba en el sexto mes de gestación, porque para Dios nada hay imposible. Confirmada su fe, ella, María podía ser también la madre de Dios encarnado
  3. 3. Y en tercer lugar, constatamos que ella parte aprisa a casa de Isabel y se queda allí para ayudarla y servirla. Sirvió, primero a Dios, diciendo sí a su voluntad, ya Dios quería hacerse hombre. Y ahora sirve a los hombres, ayudando a su prima. Y comienza esa ayuda, llenando de alegría y gozo la casa y las personas. Al entrar en la casa de Isabel, ésta dijo: "en cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre".

La clave de la Navidad está, pues: en compartir; en confirmar y reforzar la fe; y en servir.

Un buen corazón tuvo también María. Primero se dio por completo a Dios, como ya hemos dicho: "Aquí está la esclava del Señor". ¿Te has dado tú a Dios, como se nos invitaba en la primera semana del adviento, en que se te dijo y se nos dijo, que estuviéramos siempre despiertos y vigilantes en la oración? ¿Has hablado más con Dios? ¿Has asistido, al menos, algunos días a la meditación de los misterios de Jesús, acompañando a María, en el rezo del santo rosario, que se reza en tu Parroquia todos los días de semana? ¿Lo has rezado, al menos, en casa solo o en familia? ¿Has dialogado con Dios con todo tu corazón? ¿Lo vas a hacer? El te está aún esperando. Quedan solo 24 horas para la Navidad ...

Un buen corazón tuvo María, porque, en segundo lugar, y lo repetimos, se dio a los demás; no es egoísta y por ello quiere compartir con todo su gozo y su alegría de haber sido designada y escogida por Dios para colaborar en su proyecto gigante: La Encarnación. Hay que compartir nuestras alegrías, hermanos, para tener corazón de carne, de amores y no de piedra, y egoísta: mis alegrías solo para mí.

María, Madre del adviento, es, pues, nuestro modelo, porque no solo dio su corazón a Dios, también se lo dio a los hombres. El relato de hoy nos lo declara con pincela maestra. Es como el broche de oro de todo el adviento que finaliza con esta cuarta semana corta y rápida.


"María se puso en camino, aprisa, y se fue a visitar con urgencia a su prima Isabel.
¿Por qué razón?
Las razones y motivos son muchos, abundan.

Compartir también mis riquezas con los pobres de toda raza y condición y de toda clase de pobreza. María, pues, primero comparte sus alegrías, que es su mayor riqueza; no las guardas para ella sola. Y esto lo hace aprisa.

Y aprisa también, sin demora, subió a la montaña para ayudar a su prima que esperaba un niño como ella. Dar y ayudar. Ayudar y dar son las claves para que Dios nazca en tu corazón. Si esta última semana, que se reduce prácticamente a 24 horas, nos damos y ayudamos, como María, y lo hacemos sin tardanza, sin demora, seguramente que también, llenaremos nosotros nuestro hogar, nuestra Patria, del amor de la reconciliación, para que el futuro de nuestro país no sea incierto; y diremos asombrados como Isabel a María": ¿_De dónde a mí tanto bien, que venga la madre de mis Señor a visitarme? Sabe Interpretar Isabel los signos de la presencia de Dios. Ve a una simple mujer y reconoce en ella la presencia del Señor.

Esta es la lección que nos da María a los cristianos en este adviento para entrar un poco más en el misterio de la Encarnación y vivir de verdad la Navidad: Dios es Emmanuel, es el Dios con nosotros. La consecuencia es doble: que nosotros queremos ser nosotros con Dios, pero también nosotros con los demás.

Y no olvidemos LA IDEA CLAVE DE LA ENCARNACIÓN, y que enseñó San Ireneo.

LA ENCARNACIÓN, con el Nacimiento del Niño Jesús, NO ACABA EN BELÉN.
EN BELÉN EMPIEZA LA ENCARNACIÓN EN LA HUMANIDAD Y EN EL COSMOS.
Y TERMINARÁ AL FINAL DE TU VIDA PARA TI
Y AL FINAL DE LOS TIEMPOS, PARA EL UNIVERSO.


Que en esta Eucaristía se dé la triple dimensión: Dios con nosotros, nosotros con Él y nosotros con los demás, que esto es Navidad. Este año, más encarnados: Dios en mi y yo en Él.

AMEN
FELIZ NAVIDAD

Dios con nosotros y nosotros con Él. ¡E M M A N U E L!

P. Edu Martínez Abad, escolapio

Te recomiendo que si quieres progresar en tu vida cristiana, no dejes de leer en tu casa, en familia, solo o con amigos un breve comentario del EVANGELIO de cada DOMINGO.

Si lo haces, todos los días de la semana, al menos tú solo, mejor que mejor. Sentirás que cambias mucho a mejor en solo un año. El libro recomendado para esta labor de formación permanente de leer y pensar el Evangelio de Domingos, incluso de semana, es LA PALABRA DE DIOS PARA CADA DÍA (tomo 1° y 2°) por Noel Quessón – Editorial Claret – Lo puedes comprar en la Librería Pastoral, calle Florida, 3- Santander- TIf. 942 37 54 74. – Precio: 12 € los dos tomos (1° y 2°, que contienen todos los Evangelios del año)

Friday, December 15, 2006

CC - TAdviento - D3 (Pagola)

¿QUÉ PODEMOS HACER?
Lucas 3, 10 – 18
José Antonio Pagola

Juan el Bautista proclamaba en voz alta lo que sentían muchos en aquel momento: hay que cambiar; no se puede seguir así; hemos de volver a Dios. Entendían su llamada a la «conversión». Según el evangelista Lucas, algunos se sintieron cuestionados y se acercaron al Bautista con una pregunta decisiva: ¿qué podemos hacer?.

Por muchas protestas, llamadas y discursos de carácter político o religioso que se escuchen en una sociedad, las cosas sólo empiezan a cambiar, cuando hay personas que se atreven a enfrentarse a su propia verdad, dispuestas a transformar su vida: ¿qué podemos hacer?.

El Bautista tiene las ideas muy claras. No les invita a venir al desierto a vivir una vida ascética de penitencia, como él. Tampoco les anima a peregrinar a Jerusalén para recibir al Mesías en el templo. La mejor manera de preparar el camino a Dios es, sencillamente, hacer una sociedad más solidaria y fraterna, y menos injusta y violenta.

Juan no habla a las víctimas, sino a los responsables de aquel estado de cosas. Se dirige a los que tienen «dos túnicas» y pueden comer; a los que se enriquecen de manera injusta a costa de otros; a los que abusan de su poder y su fuerza.

Su mensaje es claro: No os aprovechéis de nadie, no abuséis de los débiles, no viváis a costa de otros, no penséis sólo en vuestro bienestar: «El que tenga dos túnicas, que dé una al que no tiene; y el que tenga comida, haga lo mismo». Así de simple. Así de claro.

Aquí se termina nuestra palabrería. Aquí se desvela la verdad de nuestra vida. Aquí queda al descubierto la mentira de no pocas formas de vivir la religión. ¿Por dónde podemos empezar a cambiar la sociedad? ¿Qué podemos hacer para abrir caminos a Dios en el mundo? Muchas cosas, pero nada tan eficaz y realista como compartir lo que tenemos con los necesitados.

¿Alguien se puede imaginar una forma más disparatada de celebrar la «venida de Dios al mundo» que unas fiestas en las que algunos de sus hijos se dedican a comer, beber y disfrutar frívolamente de su bienestar, mientras la mayoría anda buscando algo que comer?

CC - TAdviento - D3 (EduardoA)

AMBIENTACIÓN:
la ALEGRÍA


Hermanos, estad SIEMPRE ALEGRES; os lo repito, ESTAD ALEGRES.

* Que vuestra mesura la conozca todo el mundo.
* El Señor está cerca."

Si de verdad te interesa LA ALEGRÍA para ti, para los que te rodean y para el mundo, apóyate en la Palabra de Dios.

Ofrece:
* una orientación,
* un sentido,
* unos medios y
* una garantía

Demuéstrate a ti mismo que te interesa LA ALEGRÍA para ti y para los demás BUSCADO ESTOS TEXTOS.

Después métete de bruces en el adjunto de la homilía. Tendrá otro sabor: el de la Sabiduría de Dios.

Ánimo, a buscar tesoros, como cuando niños…
Sal 126, 3 / 4, 7 / 51, 8 / 66, 1 /97, 11 / 137,10
Pr 10, 28 / 14, 10 / 14, 13 / 15, 13 / 15, 21 / 21, 15
Ec 2, 1 / 8, 15
Is 9,3 / 24,8 / 24,11 / 35, 10 / 51, 3 / 55, 12 / 65, 18 / 66, 5
Je 19, 9
Nm 10, 10
Dt 28, 47
Nhe 8, 12
Est 8, 16 / 9, 22
Job 20, 5 / 29, 13

Hc 14,17
He 13, 17 Jud 24
2Cor 9, 7
Stg 5, 13
- escribe los texto
- relaciónalos de modo lógico
- separa los que más te impacten
- hazte tu homilía con un compromiso sencillo, pero claro y comprométete de modo concreto a llevarlo adelante.


Vale. Pues, andando...

Está oliendo ya a NAVIDAD ….

Edu, escolapio

1ª.- lectura - SOFONíAS 3, 14-18a 28
2ª.- lectura – FILlPENSES 4, 4-7
3ª.- lectura - LUCAS 3, 10-18

A todos los cristianos del mundo se nos invita hoy a una alegría, pudiéramos decir, casi desmedida: "Estad siempre alegres en el Señor: os lo repito, estad alegres" nos ha dicho San Pablo de parte de Dios. Y el profeta Sofonías, en la primera lectura, ha dicho al pueblo judío, cautivo y esclavo, en el exilio, como ocurre hoy, en parte y de mil maneras a toda la humanidad: "Regocíjate, hija de Sión, grita de júbilo Israel, humanidad del tercer milenio, alégrate y gózate de todo corazón". ¿Por qué? nos podemos preguntar hoy nosotros. Y he aquí la respuesta de Dios, por medio del mismo profeta: "Porque el Señor ha cancelado tu condena y ha expulsado a tus enemigos". Y ¿por qué ha perdonado tu condena y ha expulsado a tus enemigos?: "Porque el Señor se goza y se complace en ti. Te ama y se alegra con júbilo como en día de fiesta".

Estas ideas, estos deseos, estas promesas son el telón de fondo del anuncio hecho a María por el ángel Gabriel: "Alégrate, no tengas miedo. El Señor está contigo".

Es el anuncio que se nos hace hoy a nosotros, si respondimos a la invitación primera, que nos hizo Dios por medio de la Iglesia al comenzar el adviento: "Estad despiertos siempre y velad en oración". Cambiad de vida, convertiros, allanad los montes y colinas de vuestras soberbias y orgullos; rellenad esas profundidades de inmoralidades de esos valles hondos v obscuros; lo retorcido de vuestras malas intenciones, enderezadlo y lo tortuoso y escabroso de vuestros resentimientos y odios, corregidlo y alisarlo.

Conviértete, pues, es decir, (vértere), da la espalda a tus enemigos, al pecado, y da la cara a Dios: "Alégrate, no tengas miedo. El Señor está contiqo". Ya no se trata, pues, de la proximidad del Señor, sino de su presencia en tu misma vida y en tu comunidad cristiana, incluso, en medio de los hombres y mujeres de buena voluntad, que no les gusta el mal que descubren en sus vidas y desean ser mejores, aunque aun no hayan recibido el bautismo del Espíritu. Por eso San Pablo nos dice a todos, sin distinción:

"Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad aleqres"

Es un deseo, es un mandato: LA ALEGRÍA

¿Cómo tener y mantener este estado de alegría? Y el mismo San Pablo nos lo dice a la vez que nos recomienda: "que vuestra mesura la conozca todo el mundo". Mesura, que significa: medida. Que des la medida en tu vida de oración, nos dirá. ¿Cómo es tu oración, mi buen hermano, mi buena hermana? ¿Rezas en familia o te da vergüenza y no tenéis confianza suficiente para compartir en familia, al Dios de vida, al Dios de tu alma y de tu corazón?

Que des la medida en la construcción de la paz:

Nos dirá:

"Y la paz de Dios, que sobrepasa todo juicio, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo". Que des la medida en todo.

"¿.Qué hay, pues, que hacer, entonces?", le preguntarán las gentes a Juan el Bautista. Hoy se lo preguntamos nosotros: ¿cómo conseguir, cómo conquistar esta explosión de alegría, cuyo mensaje, hecho grito de júbilo, la Iglesia nos propone y a cuyo goce hoy nos invita? Mediante la conversión, mediante la metanoia, o cambio en mis criterios erróneos y mis actitudes torcidas.

Pero, veamos:

tú, mi buena hermana / o, que guardas esta fidelidad de celebrar la eucaristía, al menos los domingos, para cumplir y complacer a Jesús, que nos pidió como testamento y últimas palabras:

"haced esto en memoria mía",

¿no te parece que toda esta insistencia de la Iglesia y de los sacerdotes en sus homilías, no son nada más que palabras y palabras, que están casi sobrando, porque tú eres fiel y constante en tus prácticas cristianas? O
¿tendrás más bien que sospechar, que al no sentir esta alegría a la que se te invita, entonces tu deseo de ser mejor y de cambiar es tan solo deseo, sueño, ilusión y no realidad?
¿No me estaré engañando a mí mismo con una práctica vacía y una conversión inexistente?

"Yo os bautizo con agua, nos dirá San Juan Bautista, pero viene el que os bautizará en Espíritu y fuego".

El bautismo de fuego quemará toda la paja de nuestros deseos e ilusiones vanas, nuestras fantasías, sueños y sensaciones o simples sentimientos impuros y egoístas. Y quedará patente y clara la sinceridad y autenticidad de nuestra conversión y de nuestras prácticas religiosas como rutinarias y pobres.

Y este es el bautismo de fuego que me trae hoy San Juan Bautista para que examines la verdad y sinceridad de tu vida humana y cristiana: "El que tenga dos túnicas, que las reparta con el que no tiene; y el que tenga comida haga lo mismo. No exijáis más de lo justo. No hagáis extorsión a nadie. No os aprovechéis de las ocasiones injustas"

Fuego, pues, que purifica y clarifica la sinceridad de mi conversión, de mi vida y de mi práctica religiosa.

¿Comparto?
¿Vivo de privilegios en mi trabajo o profesión?
¿Soy austero, como buen cristiano o despilfarro y hago ostentación de mis bienes y riqueza?

Yo, de los más ricos y poderos del pueblo, ... de la ciudad…

Se trata de las riquezas de todo tipo y no solo el dinero, sino también la cultura, las tierras, el estatus social, el poder, influencia y prestigio, casas lujosas y un largo etc. Todo ello tiene que quemar mis manos, tiene que inquietar mi vida, tiene que ir despertando en mi una nueva conciencia, más limpia, más justa, más auténtica, que me convenza que aunque esté en la legalidad, aunque viva con la legalidad, no quiere decir que esté y que viva en la justicia.

Legal es el aborto en nuestro país, pero por muy legal que sea, no dejará de ser injusto, porque injusto es matar al inocente: "NO MATARÁS" nos dice nuestra propia naturaleza; así estamos hechos: para dar la vida y no la muerte. La ley de mayorías en las votaciones, nos dice el Sínodo de Obispos de Europa en cosas injustas, las hace legales, pero no justas. Un homicidio será siempre un homicidio, digan lo que digan los tribunales, que no pueden cambiar nuestra naturaleza, hecha para dar vida y no muerte.

Tener muy presente y muy sabido, que los sistemas humanos, económico - sociales, no son dogmas de fe, no son verdades absolutas, no se deben canonizar, sino hacerlos evolucionar hacia la verdadera justicia. Y si esta conciencia mía en estos asuntos graves y serios no la renuevo, con ella muero y un muerto no puede sentir, ni para él este pregón de la alegría que la Iglesia hoy anuncia a los cuatro vientos para que esta Eucaristía que vamos a celebrar nos sepa a alegría a gozo a fraternidad, para que esta Eucaristía nos sepa a Dios con nosotros, a Emmanuel.

A M E N

P. Eduardo Martínez Abad, escolapio

EL MEJOR REGALO Y EL MÁS PRÁCTICO CONSEJO PARA LA NAVIDAD:

Te recomiendo que si quieres progresar en tu vida cristiana, no dejes de leer en tu casa, en familia, solo o con amigos, un breve comentario del EVANGELIO de cada DOMINGO. Solo son dos páginas cada día o domingo, con letra grande.

Si lo haces, todos los días de la semana, mejor que mejor; al menos tú solo. Sentirás que cambias mucho a mejor en solo un año.

El libro recomendado para esta labor de Formación Permanente, de leer v pensar el Evangelio de Domingos, incluso de la semana, es

LA PALABRA DE DIOS PARA CADA DíA (tomo 1° y 2°)

por Noel Quessón - Editorial Claret – Barcelona. Unos 12 € los dos tomos. Contienen, prácticamente, todos los Evangelios del Año litúrgico.

Friday, December 08, 2006

CC - TAdviento - D2 (EduardoA)

1ª lectura Baruc 5,1-9
2ª lectura Filipenses 1, 4-6.8-11
3ª lectura Lucas 3, 1-6


Nos encontramos en este tiempo de preparación, de cuatro escasas semanas, del adviento o advenimiento: "alguien" que viene, "alguien", que está viniendo. Y ¿qué pretendemos con este tiempo de preparación? Pues intentar este año cristiano entrar un poco más y entender un poco mejor este primer misterio de la vida cristiana: el misterio o gran tesoro de la ENCARNACIÓN DEL HIJO DE DIOS; es decir, que Dios se quiere hacer hombre para que el hombre, la HUMANIDAD perdonada, curada, restablecida, redimida y SALVADA por Jesucristo, aprenda a vivir esa otra NUEVA VIDA, que la DIVINIZA de manera esplendorosa y que Jesús con su ENCARNACIÓN la ha otorgado y regalado, mediando su pasión, muerte y resurrección.

Jesús está llegando. Un año más, para que todos hagamos una mejor experiencia de su llegada y le recibamos bien, y mejor que el año pasado. Y realicemos así un mejor ensayo para que cuando venga este Jesús, Hijo de Dios, con todo su poder y majestad al final de tu vida, en tu muerte y con tu muerte y también, al final de los tiempos, puedas ya, no ensayar, sino vivir ante Él y con Él tu vida divinizada y que Él mismo pueda reconocerte, por lo bien que lo haces y por lo bien que lo vives como hijo de Dios y no como corifeo de Satanás, el mentiroso y tramposo.

  • El domingo pasado comenzó la Iglesia, como buena maestra, a damos un programa con cuatro puntos para comenzar y vivir este tiempo de preparación de ese "alguien" que va a venir, de ese "alguien" que está viniendo para sacamos de la desesperanza y de los desastres y angustias de nuestra vida terrestre.

  • Recordemos el conjunto de esos cuatro puntos, que constituyen el programa de acción del adviento.

    1. 1. Tenemos que estar siempre despiertos, es decir, VIGILAR. ¿Para qué? Para pedir fuerzas, se nos dijo. Lo que supone que si debemos estar siempre despiertos, habrá que orar día v noche, pidiendo la gracia de Dios, su fuerza.

    2. 2. Y ¿por qué debemos pedir esa gracia, esa fuerza? Para escapar de todo lo que está por venir. Y lo que está por venir y te puede hacer fracasar, si no sabes elegir bien el camino de tu vida, es que se embote la mente v el corazón por el vicio, los placeres desmedidos y el ansia de dinero. Y entonces no te puedas mantener de pie ante el Hijo del Hombre, cuando vuelva de manera definitiva a juzgar a vivos y a muertos y que no te reconozca.

  • En resumen, pues, VIGILAR y ORAR. ¿Has cuidado más esta semana tu oración? ¿Has rezado más y sobre todo mejor, sin correr, sin precipitar el rezo, escuchando y uniéndote a la comunidad en el ritmo del rezo y no yendo tú por delante, como trompetín de enganche de tropa? ¿Has leído algún libro piadoso o religioso, sobre todo la Biblia o los Evangelios y has dedicado unos minutos ha pensar en lo que has leído? VIGILAR y ORAR. Esta es la consigna de la primera semana y para todo el adviento; yo te diría para toda la vida.


En este segundo domingo y para toda la semana se nos llena de esperanza, a pesar de que la evidencia de la vida apaga muy mucho la lámpara de la esperanza: "Imposible, pensamos, alcanzar lo que nos prometen". Y es que para esperar hay que estar vacíos, ser pobres, porque solo así, podemos desear alcanzar lo que no tenemos. Si estamos llenos de dinero, de poder o de placeres, no podemos desear, ni esperar un mundo nuevo. Nos basta con el viejo que estamos experimentando y que estamos viviendo y ¡cómo!

El otro mundo, la otra vida, que, se nos anuncia y que está por experimentar, es siempre un riesgo, una aventura. ¿No es cierto que decimos, si tenemos espíritu cobarde y egoísta, que más vale un pájaro en mano, que ciento volando? Pues, bien, a pesar de todas estas actitudes negativas, se nos invita a una total y absoluta esperanza, pero mediante una absoluta y total conversión.

Se nos llena de esperanza ante nuestra situación de desaliento, de desánimo y de derrota, cuando nos miramos a nosotros y cuando miramos a nuestro alrededor.

Cuando nos miramos a nosotros mismos, porque vemos lo poco y lo lentamente que progresamos en nuestro propio dominio, y el de nuestras pasiones y de nuestras actitudes e intenciones inconfesables: envidias, mentiras, calumnias, trampas, engaños, deseos deshonestos y degradantes, injusticias y sobornos. En fin, que nos vemos hechos una calamidad y hasta nos da vergüenza miramos a la cara. Ese soy yo y casi no nos lo creemos, porque todo eso, en el fondo de nuestro ser, no lo queremos ni para nosotros ni para los demás y lo detestamos y condenamos, pero ahí nos sentimos amarrados y como presos y desterrados en ese mundo, que no es el de nuestro espíritu.

Y si miramos a nuestro alrededor, si cabe, es peor. El mundo de las estadísticas que de vez en cuando nos presentan los medios de comunicación, nos parecen imposibles: millones y no solo miles, de niños que mueren antes de nacer por el simple gozo desmedido e irresponsable del sexo salvaje, pero no humano; éste goce humano es un prodigio de Dios. Más millones aun, de niños que mueren de hambre en un año. Otros millones que están esclavos de trabajos forzados. Y más millones de niños y niñas y mujeres sometidas al imperio de la prostitución y de la degradación y de las enfermedades incurables que se contraen. Y no miremos el mundo de la droga y de los desastres que provoca en individuos, familias y en la misma sociedad. Da miedo. Y miramos para otra parte ¿verdad?.

No vale la pena seguir. En cambio debemos constatar cómo nos sentimos todos como exiliados, en un mundo que no es el nuestro, que no es el que nosotros queremos y soñamos. Nos pasa como a los judíos, exiliados y sin esperanza de volver a su mundo, a su país, a su patria, a su Jerusalén, ciudad santa.

Y a ellos y hoy a nosotros, nos abren las puertas a la esperanza, al decimos el profeta Baruc: "Jerusalén", que es como decir: "Humanidad" del tercer milenio, del siglo 21, "Jerusalén, despójate de tu vestido de luto y aflicción y vístete las galas perpetuas de la gloria que Dios te da". Pero para sentirte lleno de esta esperanza, de esta alegría "tienes que envolverte en el manto de la justicia de Dio”.

Y continúa Baruc, profetizando: "Jerusalén, tus hijos, a pie se marcharon, conducidos por el enemigo, pero Dios te los traerá con gloria, como llevados en carroza real, allanados los montes y colinas y rellenados los barrancos para que todo Israel camine con seguridad en su retorno".

Y esto mismo, en este mismo lenguaje simbólico nos dice hoy Juan el Bautista: Llénate de esperanza a pesar de tu exilio y de tus males, angustias y tormentos, porque una voz grita en el desierto: Preparad el camino del Señor para que todos vean, para que todos veamos la salvación de Dios.

Pero para ello hay que preparar el camino por donde está viniendo ese Señor-Salvador: "Allanad sus senderos; elévense los valles desciendan los montes y colinas; que lo torcido se enderece, y lo escabroso se iguale."

Es decir: vencer las montañas de tu soberbia y de tu orgullo con la humildad y el servicio. Luchar contra lo torcido de nuestras injusticias con la justicia y la caridad. Y lo escabroso de nuestras intenciones y deseos viles y deshonestos, con el respeto de la igualdad en los derechos humanos entre hombres y mujeres. En una palabra: recibir el bautismo de conversión para el perdón de los pecados. Renovar, pues, las promesas de nuestro bautismo, como la mejor preparación para celebrar esta Eucaristía de este segundo domingo de adviento para dar un paso adelante.

AMEN.

Edu, escolapio

D2Ad,C (Pagola)

DIOS TIENE ALGO QUE DECIR
Lucas 3, 1 – 6
José Antonio Pagola


Hacia los años 28/29 de nuestra era, apareció en la escena de Palestina un profeta de Dios, llamado Juan, que recorría la comarca del Jordán «predicando un bautismo de conversión para el perdón de los pecados». Así describe el hecho el evangelio de Lucas.

Aparentemente todo está en orden. Desde su refugio en la isla de Capri, el emperador Tiberio gobierna las naciones, sin necesidad de movilizar sus legiones. Imitando a su padre, Antipas va construyendo su pequeño «reino». Desde Cesarea, el prefecto Pilato rige con dureza la región de Judea.

En Jerusalén todo discurre con relativa paz. José Caifas, sumo sacerdote desde el año 18, se entiende bien con Pilato. Ambos logran mantener un difícil equilibrio que garantiza los intereses del imperio y los del templo.

Pero, mientras todo «marcha bien», ¿quién se acuerda de las familias que van perdiendo sus tierras en Galilea?, ¿quién piensa en los indigentes que no encuentran sitio en el imperio?, ¿adónde pueden acudir los pobres si desde el templo nadie los defiende? Allí no reina Dios sino Tiberio, Antipas, Pilato y Caifás. No hay sitio para nadie que se preocupe de los últimos.

Ante esta situación, Dios tiene algo que decir. Su palabra no se escucha en la villa imperial de Capri. Nadie la oye en el palacio herodiano de Tiberíades ni en la residencia del prefecto romano de Cesarea. Tampoco se deja oír en el recinto sagrado del templo. «La Palabra de Dios vino sobre Juan, en el desierto».

Sólo en el desierto se puede escuchar de verdad la llamada de Dios a «cambiar» el mundo. En el desierto las personas se ven obligadas a vivir de lo esencial. No hay sitio para lo superfluo. No es posible vivir acumulando cosas y más cosas. Nadie vive de modas y apariencias. Se vive en la verdad básica de la vida.

Ésta es nuestra tragedia. Instalados en una sociedad que para nosotros «va bien», disfrutando de una religión que da seguridad, nos vamos desviando de lo esencial. Nuestro bienestar está «bloqueando» el camino a Dios. Para cambiar el mundo hemos de cambiar nuestra vida: hacerla más responsable y solidaria, más generosa y sensible a los que sufren.

1Ad,C (Pagola)

ALZAD LA CABEZA
Lucas 21, 25 – 28. 34 – 36
José Antonio Pagola


Nadie conoce su final. Nadie conoce tampoco el final del mundo. ¿En qué va a terminar todo esto?, ¿qué nos espera a todos y a cada uno de nosotros?, ¿qué va a ser de nuestros esfuerzos y trabajos, de nuestros anhelos y aspiraciones?.

Cuando Lucas iba copiando del evangelio de Marcos el discurso de Jesús sobre el «Final», no se fijó demasiado en los «cataclismos cósmicos». Todos los escritos apocalípticos hablaban así. Él pensó enseguida en lo que nos pasa a las personas cuando todo se hunde bajo nuestros pies y se tambalea lo que, de ordinario, nos da seguridad.

Probablemente, todos conocemos en nuestra propia vida momentos de crisis en los que no sabemos qué hacer ni a quién acudir. Situaciones en las que podemos sentir «miedo» e incluso «angustia» porque nos quedamos sin seguridad y «sin aliento». Al final, ¿qué es la vida?, ¿en quién podemos confiar? Según Lucas, algo de esto le pasará un día al mundo. Por eso, nos ofrece algunas consignas para aprender a vivir con lucidez cristiana.

«Alzad la cabeza». Es lo primero. No vivir encogidos y cabizbajos, encerrados en nuestros miedos y tristezas. Levantar la mirada; ampliar el horizonte. La «Vida» es más que esta vida. «Se acerca vuestra liberación». Un día sabremos lo que es una vida liberada, justa, gozosa.

«Tened cuidado de que no se os embote la mente». Es nuestro gran riesgo: vivir atrapados por las cosas, preocupados solo por el dinero, el bienestar y la buena vida. Terminar viviendo de manera rutinaria, frívola y vulgar. Demasiado aturdidos y vacíos como para «entender» algo del verdadero sentido de la vida.

«Estad siempre despiertos». No vivir dormidos. Despertar nuestra vida interior. En ninguna parte vamos a encontrar luz, paz, impulso nuevo para vivir, si no lo encontramos dentro de nosotros.

«Pidiendo fuerza». Es nuestro problema: no tenemos fuerza para ser libres, para tener criterio propio, para cuidar nuestra fe o para cambiar nuestra vida. ¿Qué haremos si, además, dejamos de comunicarnos con Dios?