CC - TAdviento - D3 (EduardoA)
AMBIENTACIÓN:
la ALEGRÍA
la ALEGRÍA
Hermanos, estad SIEMPRE ALEGRES; os lo repito, ESTAD ALEGRES.
* Que vuestra mesura la conozca todo el mundo.
* El Señor está cerca."
Si de verdad te interesa LA ALEGRÍA para ti, para los que te rodean y para el mundo, apóyate en la Palabra de Dios.
Ofrece:
* una orientación,
* un sentido,
* unos medios y
* una garantía
Demuéstrate a ti mismo que te interesa LA ALEGRÍA para ti y para los demás BUSCADO ESTOS TEXTOS.
Después métete de bruces en el adjunto de la homilía. Tendrá otro sabor: el de la Sabiduría de Dios.
Ánimo, a buscar tesoros, como cuando niños…
Sal 126, 3 / 4, 7 / 51, 8 / 66, 1 /97, 11 / 137,10
Pr 10, 28 / 14, 10 / 14, 13 / 15, 13 / 15, 21 / 21, 15
Ec 2, 1 / 8, 15
Is 9,3 / 24,8 / 24,11 / 35, 10 / 51, 3 / 55, 12 / 65, 18 / 66, 5
Je 19, 9
Nm 10, 10
Dt 28, 47
Nhe 8, 12
Est 8, 16 / 9, 22
Job 20, 5 / 29, 13
Hc 14,17
He 13, 17 Jud 24
2Cor 9, 7
Stg 5, 13
- escribe los texto
- relaciónalos de modo lógico
- separa los que más te impacten
- hazte tu homilía con un compromiso sencillo, pero claro y comprométete de modo concreto a llevarlo adelante.
Vale. Pues, andando...
Está oliendo ya a NAVIDAD ….
Edu, escolapio
1ª.- lectura - SOFONíAS 3, 14-18a 28
2ª.- lectura – FILlPENSES 4, 4-7
3ª.- lectura - LUCAS 3, 10-18
A todos los cristianos del mundo se nos invita hoy a una alegría, pudiéramos decir, casi desmedida: "Estad siempre alegres en el Señor: os lo repito, estad alegres" nos ha dicho San Pablo de parte de Dios. Y el profeta Sofonías, en la primera lectura, ha dicho al pueblo judío, cautivo y esclavo, en el exilio, como ocurre hoy, en parte y de mil maneras a toda la humanidad: "Regocíjate, hija de Sión, grita de júbilo Israel, humanidad del tercer milenio, alégrate y gózate de todo corazón". ¿Por qué? nos podemos preguntar hoy nosotros. Y he aquí la respuesta de Dios, por medio del mismo profeta: "Porque el Señor ha cancelado tu condena y ha expulsado a tus enemigos". Y ¿por qué ha perdonado tu condena y ha expulsado a tus enemigos?: "Porque el Señor se goza y se complace en ti. Te ama y se alegra con júbilo como en día de fiesta".
Estas ideas, estos deseos, estas promesas son el telón de fondo del anuncio hecho a María por el ángel Gabriel: "Alégrate, no tengas miedo. El Señor está contigo".
Es el anuncio que se nos hace hoy a nosotros, si respondimos a la invitación primera, que nos hizo Dios por medio de la Iglesia al comenzar el adviento: "Estad despiertos siempre y velad en oración". Cambiad de vida, convertiros, allanad los montes y colinas de vuestras soberbias y orgullos; rellenad esas profundidades de inmoralidades de esos valles hondos v obscuros; lo retorcido de vuestras malas intenciones, enderezadlo y lo tortuoso y escabroso de vuestros resentimientos y odios, corregidlo y alisarlo.
Conviértete, pues, es decir, (vértere), da la espalda a tus enemigos, al pecado, y da la cara a Dios: "Alégrate, no tengas miedo. El Señor está contiqo". Ya no se trata, pues, de la proximidad del Señor, sino de su presencia en tu misma vida y en tu comunidad cristiana, incluso, en medio de los hombres y mujeres de buena voluntad, que no les gusta el mal que descubren en sus vidas y desean ser mejores, aunque aun no hayan recibido el bautismo del Espíritu. Por eso San Pablo nos dice a todos, sin distinción:
"Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad aleqres"
Es un deseo, es un mandato: LA ALEGRÍA
¿Cómo tener y mantener este estado de alegría? Y el mismo San Pablo nos lo dice a la vez que nos recomienda: "que vuestra mesura la conozca todo el mundo". Mesura, que significa: medida. Que des la medida en tu vida de oración, nos dirá. ¿Cómo es tu oración, mi buen hermano, mi buena hermana? ¿Rezas en familia o te da vergüenza y no tenéis confianza suficiente para compartir en familia, al Dios de vida, al Dios de tu alma y de tu corazón?
Que des la medida en la construcción de la paz:
Nos dirá:
"Y la paz de Dios, que sobrepasa todo juicio, custodiará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo". Que des la medida en todo.
"¿.Qué hay, pues, que hacer, entonces?", le preguntarán las gentes a Juan el Bautista. Hoy se lo preguntamos nosotros: ¿cómo conseguir, cómo conquistar esta explosión de alegría, cuyo mensaje, hecho grito de júbilo, la Iglesia nos propone y a cuyo goce hoy nos invita? Mediante la conversión, mediante la metanoia, o cambio en mis criterios erróneos y mis actitudes torcidas.
Pero, veamos:
tú, mi buena hermana / o, que guardas esta fidelidad de celebrar la eucaristía, al menos los domingos, para cumplir y complacer a Jesús, que nos pidió como testamento y últimas palabras:
"haced esto en memoria mía",
¿no te parece que toda esta insistencia de la Iglesia y de los sacerdotes en sus homilías, no son nada más que palabras y palabras, que están casi sobrando, porque tú eres fiel y constante en tus prácticas cristianas? O
¿tendrás más bien que sospechar, que al no sentir esta alegría a la que se te invita, entonces tu deseo de ser mejor y de cambiar es tan solo deseo, sueño, ilusión y no realidad?
¿No me estaré engañando a mí mismo con una práctica vacía y una conversión inexistente?
"Yo os bautizo con agua, nos dirá San Juan Bautista, pero viene el que os bautizará en Espíritu y fuego".
El bautismo de fuego quemará toda la paja de nuestros deseos e ilusiones vanas, nuestras fantasías, sueños y sensaciones o simples sentimientos impuros y egoístas. Y quedará patente y clara la sinceridad y autenticidad de nuestra conversión y de nuestras prácticas religiosas como rutinarias y pobres.
Y este es el bautismo de fuego que me trae hoy San Juan Bautista para que examines la verdad y sinceridad de tu vida humana y cristiana: "El que tenga dos túnicas, que las reparta con el que no tiene; y el que tenga comida haga lo mismo. No exijáis más de lo justo. No hagáis extorsión a nadie. No os aprovechéis de las ocasiones injustas"
Fuego, pues, que purifica y clarifica la sinceridad de mi conversión, de mi vida y de mi práctica religiosa.
¿Comparto?
¿Vivo de privilegios en mi trabajo o profesión?
¿Soy austero, como buen cristiano o despilfarro y hago ostentación de mis bienes y riqueza?
Yo, de los más ricos y poderos del pueblo, ... de la ciudad…
Se trata de las riquezas de todo tipo y no solo el dinero, sino también la cultura, las tierras, el estatus social, el poder, influencia y prestigio, casas lujosas y un largo etc. Todo ello tiene que quemar mis manos, tiene que inquietar mi vida, tiene que ir despertando en mi una nueva conciencia, más limpia, más justa, más auténtica, que me convenza que aunque esté en la legalidad, aunque viva con la legalidad, no quiere decir que esté y que viva en la justicia.
Legal es el aborto en nuestro país, pero por muy legal que sea, no dejará de ser injusto, porque injusto es matar al inocente: "NO MATARÁS" nos dice nuestra propia naturaleza; así estamos hechos: para dar la vida y no la muerte. La ley de mayorías en las votaciones, nos dice el Sínodo de Obispos de Europa en cosas injustas, las hace legales, pero no justas. Un homicidio será siempre un homicidio, digan lo que digan los tribunales, que no pueden cambiar nuestra naturaleza, hecha para dar vida y no muerte.
Tener muy presente y muy sabido, que los sistemas humanos, económico - sociales, no son dogmas de fe, no son verdades absolutas, no se deben canonizar, sino hacerlos evolucionar hacia la verdadera justicia. Y si esta conciencia mía en estos asuntos graves y serios no la renuevo, con ella muero y un muerto no puede sentir, ni para él este pregón de la alegría que la Iglesia hoy anuncia a los cuatro vientos para que esta Eucaristía que vamos a celebrar nos sepa a alegría a gozo a fraternidad, para que esta Eucaristía nos sepa a Dios con nosotros, a Emmanuel.
A M E N
P. Eduardo Martínez Abad, escolapio
EL MEJOR REGALO Y EL MÁS PRÁCTICO CONSEJO PARA LA NAVIDAD:
Te recomiendo que si quieres progresar en tu vida cristiana, no dejes de leer en tu casa, en familia, solo o con amigos, un breve comentario del EVANGELIO de cada DOMINGO. Solo son dos páginas cada día o domingo, con letra grande.
Si lo haces, todos los días de la semana, mejor que mejor; al menos tú solo. Sentirás que cambias mucho a mejor en solo un año.
El libro recomendado para esta labor de Formación Permanente, de leer v pensar el Evangelio de Domingos, incluso de la semana, es
LA PALABRA DE DIOS PARA CADA DíA (tomo 1° y 2°)
por Noel Quessón - Editorial Claret – Barcelona. Unos 12 € los dos tomos. Contienen, prácticamente, todos los Evangelios del Año litúrgico.
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