Monday, November 28, 2011

1DA.B - 2011 (Mulet)

Francesc Mulet, escolañpio

Las palabras de Jesús en el Evangelio de hoy, son una fuerte invitación a la vigilancia. Ponen de relieve cuál tiene que ser la actitud del discípulo de Jesús: El permanecer despiertos, vigilantes, en vela, respecto al"momento”. ¿De qué “momento” se trata? De la venida del Señor. Sí, el Señor viene constantemente a nuestra vida y un día vendrá de manera definitiva. Él sigue viniendo en cada momento a nuestra vida. Él, Cristo, por su Resurrección, viene a cada instante, en cualquier momento puede llamar a la puerta. Si dormimos, no lo oímos; si huimos, no lo encontramos. Sólo el que permanece en vela, despierto, vigilante, lo encuentra.

En el pasaje del Evangelio se repite tres veces el verbo “velad” y una vez el sinónimo “vigilad”. Y también se menciona el verbo contrario: “estar dormidos”. Es una llamada a estar despiertos, con los ojos bien abiertos, lúcidos de nosotros mismos y lúcidos de lo que pasa alrededor nuestro...

Permaneced en vela siempre... Esto quiere decir que no se puede dormir. El Señor (que viene siempre), sabe que tenemos tendencia al sueño y a la modorra. Que vivimos distraídos, descuidados, alienados y se nos escapa la Vida... Y Dios puede venir en cualquier momento. Sí, Él se hace presente en cualquier momento y circunstancia de nuestra vida. Y necesitamos estar despiertos para reconocerlo y acogerlo. Tenemos que preguntarnos: ¿estamos despiertos o nos hemos ido durmiendo poco a poco? ¿Vivimos atraídos por Jesús y por el gozo de su Evangelio o distraídos por toda clase de cuestiones superficiales?

El Señor puede venir en cualquier momento... Y necesitamos esperarlo, con las puertas abiertas de par en par, con los ojos liberados de la pesadumbre y el corazón abierto a su Presencia. Ni el miedo, ni la angustia, ni el agobio, ni la despreocupación, ni la evasión son buenas actitudes para esperarlo. Un cristianismo rebajado, irrelevante, banalmente repetitivo, quejumbroso de los males del mundo no es evangélico ni interesa a nadie. Solamente cuando los cristianos vivimos comprometidos en el presente con lucidez, de manera positiva, trabajando por una sociedad más justa y fraterna podemos ayudar a muchas personas a levantar la cabeza y a ver signos de esperanza en el horizonte de la vida.

¡Ven, Señor! Ven por los pobres, por los indefensos, por los hambrientos de pan y de justicia. Amén.

Buen comienzo de Adviento y que sea un provechoso Adviento de esperanza.
Un abrazo,
Mulet

Labels: , , , , ,

0 Comments:

Post a Comment

<< Home