Thursday, November 30, 2006

CC - TAdviento - D1 (EduardoA)

CATEQUESIS DE INTRODUCCIÓN PARA
EL ADVIENTO Y 1er DOMINGO DE ADVIENTO

"ESTAMOS DE ESTRENO" - "UN AÑO NUEVO A PARTIR DEL 3 DE DICIEMBRE DEL 2006" - "UN CUADERNO DE BITÁCORA EN BLANCO..." - ADVIENTO – ADVENIMIENTO
“ALGUIEN” QUE VIENE
Y QUE SE LE ESTÁ ESPERANDO
PARA QUE NOS AYUDE
A RESOLVER PROBLEMAS
Y SITUACIONES DESESPERANTES
DE LA VIDA

“ALGUIEN” QUE VIENE
PARA HACER REALIDAD
NUESTROS SUEÑOS
DE FELICIDAD, GOZO Y ALEGRÍA
HASTA LO INIMAGINABLE:
NUESTRA “DIVINIZACIÓN”

SE NOS REVELA
en un género literario o lenguaje “apocalíptico”, propios de la época, pero mucho más discreto:

* de todo esto que veis (la grandiosidad del templo de Jerusalén), vendrán días en que no quedará piedra sobre piedra que no sea demolida.”


* “Le preguntaron, diciendo: ¿Y cuándo sucederá esto y cuál es la señal de que estas cosas estén a punto de suceder?.


* Cuando oyereis hablar de guerras y revueltas…,Se levantará nación contra nación y reino contra reino, habrá grandes terremotos, y en diversos lugares, hambres, pestes, espantos y grandes señales del cielo.


* Seréis entregados aun por los padres, por los hermanos, por los parientes y por los amigos, y harán morir a muchos de vosotros, y seréis aborrecidos de todos a causa de mi nombre. Caerán al filo de la espada y serán llevados cautivos entre todas las naciones, y Jerusalén será hollada por los gentiles. Habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y sobre la tierra perturbación de las naciones, aterradas por los bramidos del mar y la agitación de las olas, exhalando los hombres sus almas por el terror y el ansia de lo que viene sobre la tierra, pues los poderes celestes se conmoverán.



TODO SON DESGRACIAS, CATACLISMOS, DESASTRES, PERSECUCIONNES, MUERTES…
LA REALIDAD ES MUY DISTINTA DE LAS APARIENCIAS
CÉNTRATE, MIRA FIJAMENTE LA REALIDAD
Y SABRAS INTERPRETAR LAS APARIENCIAS,
LO QUE SIGNIFICAN, NO LO QUE MUESTRAN.
EN LOS TRIGALES VES LA PAJA
EN LOS GRANEROS ESTÁ EL TRIGO.

¡¡¡NO TE EQUIVOQUES!!!

SALIMOS DEL ALFA (momento de la creación) DE DIOS,
LLEGAREMOS A LA OMEGA (momento de la plenitud y perfección de todo lo creado) DE DIOS
UNA APOCATÁSTASIS, UNA APOTEOSIS.

El GRANO de TRIGO metido en tierra, experimenta una destrucción, una demolición, una desintegración “APARENTE”. La realidad es muy otra: es una TRANSFORMACIÓN. Primero germina; después sale un tallo; más tarde una ESPIGA; y la espiga se llena de granos, hasta el 60, 80 o 100 por uno.

Hay que saber leer bien e interpretar mejor esta CATEQUESIS DE VICTORIA Y NO DE DERROTA Y DESTRUCCIÓN.

Lo acabo de leer en un correo:"La pregunta es ésta: "

¿cómo escaparemos si descuidamos una salvación tan grande?"

No te dejes meter MIEDO

Mira hacia delante, hacia la VICTORIA APOTEÓSICA.

No mires hacia atrás: a las apariencias de destrucción, pues podrías “convertirte en estatua de sal”, como la mujer de Lot.

No te preocupes por “el cuando” de tu muerte, ni por el cómo morirás.

Preocúpate y no olvides “cómo debemos vivir” para no llegar derrotados a ese gran día por el vicio, la bebida, los placeres absurdos y la preocupación desmedida del dinero.

Clarito ¿verdad?
Pues adelante que ya nos lo avisan:
Cuando estas cosas comenzaren a suceder, cobrad ánimo y levantad vuestras cabezas, porque se acerca vuestra redención.

Edu, piariste


1er DOMINGO DE ADVIENTO – C
1ª.- Lectura: Jeremías 33, 14-16
2ª.- Lectura: 1 Tesalonicenses 3, 12- 4,2
3ª.- Lectura: Lucas 21, 25-28.34-36

Estamos de estreno. Hoy comenzamos un año nuevo. Y todos sabemos cuales son nuestras actitudes cuando estrenamos algo. Nos llenamos de alegría ¿verdad?, y nos sentimos un tanto ufanos, nos sentimos importantes con el nuevo coche que estrenamos, o el vestido de una gran firma, o la moto en la que tanto soñamos. Y no solo estamos contentos, alegres, ufanos, sino que también ponemos un poco de cuidado y esmero con lo que estrenamos, al menos los primeros días. Alegría y vigilancia son las dos actitudes fundamentales.

Hoy, pues, hermanos, estrenamos un nuevo año, y tendremos la oportunidad de hacer un mejor ensayo, que el que hicimos el año pasado, sobre lo que debe ser este gran misterio de nuestra vida, de nuestras vida, que queremos que sea verdaderamente cristiana, porque aun no nos convence, su cristianismo. Somos un poco cristianos a medias. Para que cuando llegue el día de la representación y no del simple ensayo o entrenamiento, en este gran teatro del mundo de toda la humanidad, y delante de Jesucristo, Juez de vivos y muertos, lleno de poder y majestad, la obra de nuestra vida sea maravillosa y ya no ensayada, sino vivida de manera plena y esplendorosa y para siempre, el triunfo total.

* Esta obra de nuestra vida cristiana durante el año se desarrolla en tres actos o escenas, con sus respectivas preparaciones. *Empezamos con la preparación del primer acto con el adviento o advenimiento: alguien que viene para ayudarnos, para salvarnos. Y ya preparados, vivimos la alegría de ese primer misterio que llamamos Encarnación, Navidad, decimos: que Dios, el Hijo, se hace hombre para que el hombre se haga Dios. Después durante varios domingos profundizamos e intentamos vivir este primer misterio.

* El segundo acto comienza con la preparación que llamamos cuaresma, que son cuarenta días de preparación para profundizar y vivir el segundo misterio, que es la cumbre, la cima de todo el año: la muerte y la Resurrección de Jesucristo.

* Este gran misterio de resurrección, llega a su plenitud con nuestro tercer acto o escena, con la infusión de la plenitud del amor de Dios, del Padre y del Hijo, y que llamamos Santo Espíritu, Paráclito o Pentecostés. Después durante 34 domingos “profundizamos, interiorizamos" para vivirlos esos tres misterios.

Hoy comenzamos el adviento y hemos, pues, de procurar no dejarnos dominar y arrastrar por la monotonía, que diciembre tras diciembre se nos repite: tiempo de adviento y Navidad; sobre todo los que somos ya mayores. Sentimos, a veces, hasta una cierta indiferencia, porque ya no nos dice nada o no nos dice tanto, como cuando éramos niños o jóvenes …

La Encarnación del Hijo de Dios y su Navidad,

Ánimo, pues, y a emprender con ilusión este nuevo año cristiano para que cada vez lo vivamos mejor, que sin género de duda, estamos dispuestos a hacerlo y a que no se nos pase sin casi darnos cuenta y ni vivirlo.

El mensaje de los cuatro domingos de adviento es un desafío permanente a la raíz misma de nuestra fe. Nos han proclamado hoy:

1º- Estad siempre despiertos
2° pidiendo fuerza, ¿para qué?,
3° para escapar de todo lo que está por venir,
4° Y manteneos en pie ante el Hijo del hombre".

Ya veis, todo un programa a realizar, no solo para este nuevo año, que hoy se nos abre, que hoy estrenamos, sino un programa a realizar a lo largo de nuestra vida. Es, pues, una consigna y una amenaza:
- Consigna: "Estad siempre despiertos...”
- Amenaza:”para escapar de todo lo que está por venir”.

Sí, es una amenaza, pero no para metemos miedo: "cuidado con tu futuro, se nos ha dicho, con lo que está por venir".

Si este grito del adviento me da miedo, no he entendido lo que es el adviento.

Una amenaza es para nuestra vida la calavera, pintada en una chapa de hoja de lata y colocada en los postes de la luz de alta tensión. Y no nos da miedo. Sí, es verdad, despierta en nosotros la vigilancia, la prudencia en el obrar de nuestra vida. No se nos ocurre encaramamos a esos postes de la luz de alta tensión como si fueran una cucaña.

El cartel, donde podemos leer: aguas contaminadas, agua no potable, es una amenaza, pero no nos infunde miedo. Nos pone en guardia para no cometer la imprudencia de beber de aquellas aguas, incluso, aunque tengamos sed

Ya veis, que reaccionamos bien, muy bien en nuestro mundo de aquí, donde vivimos. Obramos con prudencia y con inteligencia ante las amenazas y los peligros.

Pero esta amenaza, que se contiene en la Palabra de Dios, puede ser que me haya dejado indiferente, dormido, atolondrado: "Estad siempre despiertos", nos gritan, vigilantes. Manteneos en pie, se nos añade. Que nada, ni nadie rompa la historia de tu vida, con lo que está por venir. Lo que viene cada día. Vive la historia de tu vida bajo la amenaza de tu libertad, que te puede hacer fracasar.

Eric Fromm escribió un libro muy leído por los universitarios de su época, con el título sugerente: “Miedo a la libertad” Y es para temerla, no cabe duda. No fracasarás, en cambio, con la fuerza que te da la Palabra del Hijo del Hombre.

Evitarás la amenaza de un fracaso total. Léela durante la semana, sólo o en familia. Te encontrarás contigo mismo y con esa nueva creación y nueva vida, que todos buscamos. Llegarás gozoso a ese día de la 28 venida de Jesucristo, Juez de vivos y muertos, si estás vigilante.

Pero, ¿de qué tenemos que tener cuidado, qué tenemos que vigilar? Nos lo dice concreta y taxativamente: "Tened cuidado: no se embote la mente y el corazón con el vicio. la, bebida, los placeres de la mesa y la preocupación por el dinero”.

Por esa ansia y ambición de tener, en lugar de esforzarse por ser lo que somos. Tened cuidado del vicio de la mentira de vuestras vidas, de las murmuraciones, que matan, de los egoísmos e injusticias, que esclavizan, de la irresponsabilidad y falta de rendimiento en el trabajo, de la soberbia y orgullo, de la vanidad y de la envidia, que te destruye. Cuando nos dejamos invadir por esta vida terrestre y mundana y por los placeres desmedidos, nos olvidamos de aquel día, que caerá de repente como un lazo-trampa sobre los habitantes de la tierra.

Vigilad y orad; pedid, nos dice el Señor. La confianza y la esperanza no deben ser sinónimos de seguridades engañosas. Es necesario estar alertas, vigilar, ser prudentes, porque hay un peligro en esta amenaza, y es llegar derrotados a ese gran día por el vicio, la bebida, los placeres absurdos y la preocupación desmedida del dinero.

Quizás esta primera semana nos vendría bien mirarnos al espejo de la Inmaculada, porque nos dará la imagen de lo que de verdad podemos ser y en el fondo lo estamos deseando: estar sin mancha, dar la medida de la verdadera existencia humana, tener limpio nuestro horizonte y nuestro corazón. Porque si a Ella nos asomamos, intentaremos recuperar la belleza de nuestro ser desfigurado y así, llevados de su mano, consigamos, que Dios se encarne también en nosotros, como lo hizo en Ella por limpia, por pura, por íntegra y que ahora nosotros se lo vamos a pedir al ofrecerle este pan y vino, vuestro y mío, nuestro, pues, de esta Eucaristía, que juntos vamos a celebrar.
AMEN.
Edu, escolapio

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