5DN.C - 2º domingo de Navidad - 2010 (Mulet)
Francesc Mulet i Ruís, escolapio
El hombre se ha preguntado siempre por Dios, incluso en nuestros días de agnosticismo y mayoría de edad del mundo y del hombre. Pero a muchos les duele hoy día el silencio y la ausencia de Dios en la vida de los hombres. ¿Está ausente del mundo o se ha silenciado para siempre su palabra? Ante los resultados de una encuesta sobre la fe y la increencia, fue certera la reflexión de un gran cristiano, hoy obispo: "Comprendo a los que no creen; a mí también me duele a veces el silencio de Dios". Duele especialmente a los jóvenes que dicen "no sentir nada" en la práctica religiosa.
La Palabra de Dios vino al mundo, y en el mundo estaba; el mundo se hizo por ella, pero el mundo no la conoció. Vino a su casa y los suyos no la recibieron. De aquí se deduce que es equivocado e inútil buscar a Dios fuera del mundo y del hombre, porque Dios se encarnó en ellos.
Es cierta la afirmación del cuarto evangelio: a Dios nadie lo ha visto jamás, pero el Hijo único que estaba en el seno del Padre nos lo ha dado a conocer; y también es cierto que el que ve a Jesús ve al Padre Dios. La pregunta, búsqueda y experiencia de Dios en ningún caso podrá ya prescindir de la persona de Jesucristo, porque él es la palabra de Dios.
Feliz año y a comenzar la nueva etapa con ánimo y coraje.
Un abrazo,
Francesc Mulet
El hombre se ha preguntado siempre por Dios, incluso en nuestros días de agnosticismo y mayoría de edad del mundo y del hombre. Pero a muchos les duele hoy día el silencio y la ausencia de Dios en la vida de los hombres. ¿Está ausente del mundo o se ha silenciado para siempre su palabra? Ante los resultados de una encuesta sobre la fe y la increencia, fue certera la reflexión de un gran cristiano, hoy obispo: "Comprendo a los que no creen; a mí también me duele a veces el silencio de Dios". Duele especialmente a los jóvenes que dicen "no sentir nada" en la práctica religiosa.
La Palabra de Dios vino al mundo, y en el mundo estaba; el mundo se hizo por ella, pero el mundo no la conoció. Vino a su casa y los suyos no la recibieron. De aquí se deduce que es equivocado e inútil buscar a Dios fuera del mundo y del hombre, porque Dios se encarnó en ellos.
Es cierta la afirmación del cuarto evangelio: a Dios nadie lo ha visto jamás, pero el Hijo único que estaba en el seno del Padre nos lo ha dado a conocer; y también es cierto que el que ve a Jesús ve al Padre Dios. La pregunta, búsqueda y experiencia de Dios en ningún caso podrá ya prescindir de la persona de Jesucristo, porque él es la palabra de Dios.
Feliz año y a comenzar la nueva etapa con ánimo y coraje.
Un abrazo,
Francesc Mulet
Labels: Ciclo C, Comentario, Domingo, Evangelio, Navidad
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