Monday, September 29, 2008

26DO,A - 2008 (Mulet)

Francesc Mulet

En teoría es fácil estar de acuerdo con las palabras del Evangelio de este domingo: ser cristianos, seguir a Jesús no es cuestión de palabras, sino de compromiso en nuestra vida.

Dicen las estadísticas que en nuestra sociedad una mayoría afirma que son cristianos. ¿Serán ciertos estos datos? ¿Tantos seguidores de Jesús entre nosotros? Jesús nos dice hoy que quien quiera seguirle ha de esforzarse por cumplir en su vida la palabra dada.

Venimos escuchando en los domingos de este año en la lectura del Evangelio de Mateo, que la fe no consiste en solo pensar, o en hablar, sino en recorrer el camino seguido por Jesús. Seremos creyentes en la medida en que la fe desencadene en nosotros una manera nueva de vivir siguiendo las huellas trazadas por Él, cumpliendo su palabra; hoy nos dice: “siguiendo el camino de la justicia”.

El Pueblo de Dios, la Iglesia lo integran todos los que desean ser sinceramente creyentes, todos los que quieren ser seguidores de Jesús, son también padres de familia, jóvenes y niños, políticos y sindicalistas de partidos y grupos tan diferentes, profesionales, enseñantes, funcionarios, empresarios, trabajadores.... Y cuando nos preguntan qué hace, qué dice nuestra Iglesia sobre el paro, la violencia, los inmigrantes, las injusticias de nuestro mundo, sobre el terminar con la pobreza, la reconciliación de este país, hemos de mirar también a todos los creyentes en Jesús y ver lo que ellos realizan en sus tareas, en el mundo, en la sociedad que están configurando, ver si su vida refleja el espíritu de las bienaventuranzas y si siguen la palabra y la vida de Jesús.

En la parábola lo importante no son las palabras que pronuncian los dos protagonistas del relato, sino su conducta real, lo que hicieron.

Es cierto que los cristianos llenan de palabras muy hermosas la historia de veinte siglos, es cierto que han construido sistemas doctrinales que recogen el pensamiento cristiano con hondura, pero la auténtica fe la viven los hombres y mujeres que saben traducir en los hechos de su vida el Evangelio, son ellos los que construyen la Iglesia, son el Pueblo de Dios.

Que nuestra vida sea expresión de nuestras creencias, de seguir la llamada de Jesús.

Un abrazo,
Francesc Mulet

Labels: , , , ,

0 Comments:

Post a Comment

<< Home